jueves, 1 de octubre de 2009

La muerte artística de Cucú

Que se levanten todas las banderas, cuando el cantor se plante con su grito, y que mil guitarras desangren en la noche, una inmortal canción, al infinito

Para ser honesto, hay momentos en que tengo que darle crédito a mi ignorancia. No saber mucho, en la mayoría de los casos, hace bien al alma, mantiene un ritmo cardiaco adecuado y evita que se intoxique la sangre. Yo nunca había oído hablar de Cucú diamante, escuché algo sobre el grupo musical Hierbabuena pero no sabía que tenía como bocalista a esa especie de cigarra famélica. Luego del concierto por la paz II me enteré de que la nueva ciencia artística musical había descubierto ese nuevo espécimen. No es común encontrarse por los escenarios del mundo garabatos como ese graznando como si fueran gansos en celos, pero lo que más me ha sorprendido no es justamente su exceso de adornos, pulsos, aretes, pendientes y diamantes en la frente que más que un adorno parecía una linterna encendida bajo el sol ardiente del vedado o su voz altisonante sin acorde de ninguna clase sino, que haya sido nominada para un premio Grammy. Dijo Cucú a una reportera de Mega TV, orgullosa, altiva, emocionada: “Me enteré de lo del Grammy dos días antes de viajar a Cuba” No se si para ella a partir de ahora va ha ser mejor ser nominada al Grammy o por el Granma, el caso es que la Cucú acaba de firmar la pena de muerte artística, porque se ha convertido, de facto, en una apologista de la dictadura castrista, una más, sin importarle su pueblo, incluso su carrera. Es verdad que no se le puede dar muerte a lo que nunca estuvo vivo pero, por lo menos sus proyectos de graznar en los escenarios y figurar como un nuevo elemento descubierto por la ciencia musical actual acaban de fallecer. “Porque ella debe saber, como lo saben todos los cantores que no son de agachada, que el que canta, ha de levantar su voz en las tribunas por el que sufre, y por el que no hay ninguna razón que lo condene andar sin manta, no a favor del que oprime, del que mata y subyuga”. Muchas Gracias.

4 comentarios:

Abdala dijo...

Lo mejor de este blog son los inicios de sus escritos. Katungo nos advierte siempre de lo verdadero. Ayer pensaba que no iba a hablar más del concierto y casi no habló. Se dedicó a lanzar dados a las vulnerables figuras de Bossé y la Tañón. Apenas en el párrafo final quiso disputarle a Juanes sus gestos positivos en el concierto y fuera de él.
Hoy nos confiesa su serena ignorancia, pero con base en ella valora desde la bisutería que llevaba esta cubana selfmade (hecha de a Pepe) hasta la validez de su nominación al Grammy. El arte, amigo Katungo, su apreciación y su estética, aunque los libros y los especialistas, que viven de eso, digan lo contrario, es simplemente una cuestión de gustos. Y de época. Mire usted que ahora el regueton no solo es música sino que es el género que más vende.
La confesa ignorancia no debiera alcanzarle, mi amigo, para calificar de garabato, cigarra famélica, ganso en celo a una compatriota, mujer esbelta y de rostro agraciado por el simple hecho de que sus preferencias parecieran irse por los mares de grasa abundante y resbalosa o de silicona astutamente colocada en la arquitectura femenina. Que para gustos se han hecho colores.
De su arte no voy a discutir porque ya le dije: cuestión de gustos. Solo le digo que canta con ritmo, que no desafina (Laserie no desafinaba aunque tenía su forma particular de decir el bolero), que posee una gran desenvoltura en sus movimientos escénicos y que ha creado su estilo propio que es el modo imoprescindible para llegar a ser estrella en el firmamento de la música popular.
Que la parraguense haya expresado la necesidad de que el mundo interaccione más con Cuba, ha llegado a despertar en su memoria remembranzas del festín de fusilamientos que prodigó la revolución de Fidel Castro en sus comienzos, al extremo de querer condenar a nuestra Cucu a la "pena de muerte artística". Lo que es una pena que se una usted a la juaría que se empeña en emular con el régimen en intolerancia y prepotencia.

Abdala dijo...

jauría- debí escribir.
Y gracias por no censurar.

Luis Alberto Ramírez dijo...

Este no es un blog del Granma, Ud tiene el derecho de opinar, no hay por qué censurarlo pero,de que canta mal la muy condenada, canta mal. Solo me resta decirle que si la escala de Milan escucha a la Cucú, con toda seguridad tira la toalla y no juega más. Gracias por opinar.

Jose Gonzalez dijo...

Estoy bastante de acuerdo con el articulo de Luis.

Por otro lado,creo que las nominaciones a premios como los Grammy,o los Oscares, o hasta los Nobels no siempre significan que la o el recipiente del mismo sea un "buen artista".Creo que ejemplos sobran. Si miramos la historia y quienes han recibido dichos premios podemos darnos cuenta.

Sumandole a esto la situacion actual en la cual todas estas "entidades que dan premios" al por mayor tienen agendas politicas las cuales con el tiempo han salido mas a la luz y con mas fuerza,y no es un secreto que la mayoria de los encargados de "nominar y premiar" en estos shows son de tendencia totalmente izquierdista y un poco mas alla de la misma.

Creo,como Luis,que en este caso especifico de la tal Cucu,al menos para mi no canta ni come frutas.Sobre su "silueta",me gustan con mas carne y menos huesos,y sobre su autorespeto como mujer deja mucho que desear al ser una "ciudadana americana",como dijo ella en una entrevista y a la misma vez ir a Cuba,como si nada hubiera pasado,como si la isla fuera un "pais normal" y "cantar" y "cantar"....

Eso lo tiene que resolver ella y su conciencia,si es que le queda alguna.Yo al menos la considero una patetica mas de las que abundan en este mundo.

saludos