sábado, 21 de noviembre de 2009

Un gallinero en forma de relajo

Cuando las tropas americanas estaban a punto de tomar Bagdad un periodista iraquí le preguntó al ministro de Hussein, Alí el Químico, qué pensaba de la ofensiva americana, el tipo le respondió: ¡Estamos ganando! El periodista insistió: ¿Y las tropas americanas que están llegando a Bagdad? El Químico dijo más fresco que una lechuga: ¡Vienen a rendirse!

El cinismo de esta gente (me refiero a los delincuentes que se hacen de las riendas de un país por casualidad, por bandoleros o por un bache de la historia) no tiene límites; ellos manejan el poder y se dan el lujo de manejar al mismo tiempo el cinismo a su antojo, todos son la misma cosa, no importa a que parte del mundo pertenezcan, que religión profesen, sean de cualquier ideología o simplemente hereden las riendas de una nación por obra y gracia de sus nexos familiares. El caso es que el país que se vea en la penosa necesidad de padecer de un espécimen de este tipo se muere si no interviene a tiempo el certero bisturí de una potencia extranjera.


Cuba es la muestra más visible de esta epidemia que amenaza con contaminar el continente sudamericano. En Cuba usan todo tipo de herramientas malévolas para atemorizar al pueblo, desde mítines de masas enardecidas en contra de los que poseen la razón y la verdad, hasta la cárcel, y el paredón si la situación lo amerita, si el escarmiento puede de alguna manera hacer metástasis en la conciencia y los temores nacionales.

La situación, después del paso de cetro entre hermanos, se ha puesto peor, a despecho del pensamiento pragmático de los cubanologos a nivel mundial, Raúl ha hecho todo lo contrario de lo que el mundo esperaba, incluso los cubanos. A principio fue poco a poco sembrando esperanzas en la conciencia nacional, e ilusiones el la opinión foránea; llegó hasta brindarle un ramo de olivos al presidente americano y prometió tantas cosas que de haberlas cumplido hubiera garantizado un acercamiento positivo con su enemigo del norte, que quizás hasta lo comprometiera a levantar sus vilipendiadas sanciones económicas. Le hubiera dado un alivio al pueblo cubano que durante cincuenta años no ha tenido unas merecidas vacaciones, y hasta se hubiese podido ilegitimizar como buen gobernante en la conciencia nacional, sin embargo, ha hecho todo lo contrario, ¿por qué?

Porque son delincuentes con el poder de un país en sus manos. Usan el cinismo porque es el arma más versátil que puede tener un comportamiento antisocial y antihumano. Yo podría llenar este comentario con acontecimientos que han ocurrido en los últimos días en Cuba que demuestran hasta que punto puede ser usado el cinismo en defensa de una falacia, de una mentira, de un crimen social. Pero no me alcanzaría el espacio, solo con mencionar tres me bastan: El primero tiene que ver con el secuestro de Yoani Sánchez y la golpiza que le dieron esgrimiendo que ellos tienen el poder y no les da la gana de que nadie se gane protagonismo a ningún nivel sin la autorización del estado. Aquí el cinismo es usado a hurtadillas, arremeten en contra de la valiente pero frágil mujer y no se hacen responsable de los hechos, incluso, ni siquiera le permiten obtener un informe medico de sus lesiones, lesiones provocadas a propósito, un abuso social ciudadano al cual no responden como cual cobardes y asustadas ratas.

El otro tiene que ver también con la familia Sánchez. El esposo de la valiente bloguera pide de manera cibernética un duelo verbal con los agresores, y como aparentes valientes mancebos aceptan el duelo y proponer como campo de honor la esquina de la avenida de los presidentes y la calle 23 en el Vedado. Sin embargo, en lugar de comportarse como caballeros, preparan una turba, la enaltecen, y se la echan encima de Reinaldo Escobar, esposo de Yoani para que lo linchen emocionalmente y lo atropellen físicamente. He ahí la pura y fiel imagen del cinismo gubernamental, a falta de la verdad, a falta de argumentos, la fuerza bruta.

Ahora, el colmo del cinismo se cierne sobre los subsidios gubernamentales, Me gustaría preguntar como cual neófito: ¿Cuáles subsidios gubernamentales? Una mentira repetida muchas veces puede convertirse en cierta, pero jamás puede llegar a ser verdad.

Existe desde hace muchos años una guerra sicológica entre el gobierno de Cuba y el pueblo. Por la parte gubernamental el estado hace como si gobernara y los cubanos se hacen los gobernados, al final, es como dijera el poeta popular: “Cuba es un gallinero en forma de relajo, y todo el que está arriba ca… al que está abajo” No hay medicina gratis, ni alimentación subsidiada cuando el único empleador que existe no paga lo que obrero produce; cuado se es esclavo de un amo, lo menos que puede hacer el patrón, es cuidar la salud de quien produce. No hubo jamás un esclavista que dejara morir por hambre o enfermedad a un medio básico de producción si a su alcance tiene la solución. En Cuba el estado no es paternalista, es justamente todo lo contrario, el estado cubano es netamente esclavista, con toda la extensión y el significado que alberga la palabra en cuestión; el gobierno cubano es el esclavista peor que ha sufrido la humanidad en toda su historia, no ha habido otro igual. Forma obreros solo con el propósito de explotarlos, los entrega como usufructo a los inversionistas extranjeros y les congela el 98 por ciento de su salario. Forma médicos y los exporta como cual mercancía, especialistas, jineteras y hasta exporta disidentes y luego los deja entrar a Cuba y les roba todo lo que llevan en sus alforjas. ¿Eso se llama paternalismo? Está muy jodida la real academia de la lengua española si define una aberración tan grande como paternalismo.

Es una inmensa tragedia que el gobierno de Cuba maneje tan hábilmente la semántica y los significados de las palabras y las cosas a su antojo y conveniencia, pero más patético aun es que hayan medios de información en el mundo que se hagan eco de una aberración tan grande como esa. Muchas Gracias.


viernes, 13 de noviembre de 2009

La buena Pipa


Según análisis de un académico cubano llamado Jorge Domínguez, experto en asuntos de Cuba “cubanologo”: en la Isla todo fuera una maravilla si Fidel se muere (juro por lo más sagrado que nunca había escuchado idiotez tan grande) Según este cubanologo, Raúl ha hecho aperturas que, aunque son cosméticas, dan muestra del pensamiento aperturista del nuevo Presidente cubano. Según este profesor de Harvard, con Fidel el progreso iría a pasos de tortuga, con Raúl, el proceso de cambios iría más rápido. ¿De dónde saca este hombre que en Cuba la anciana y senil dirección del país precisa de una apertura? Este cubanologo nos pretende decir que la toma de decisiones en Cuba aun está en las manos de Fidel y que Raúl es una mansa paloma con las alas atadas.

Cualquiera actualmente es un experto en asuntos cubanos, basta decir cualquier disparate sobre una posible apertura democrática y ya los medios le otorgan el titulo de cubanologo. Para dar una opinión tan precisa como la que nos regala este profesor hay que tener un alto grado de ignorancia sobre la historia de la revolución, sus dirigentes y el proceso depauperativo nacional. Es muy fácil solidarizarse con la familia Castro y regalarle dos o tres sacos de laureles a Raúl y una buena tina de basura a Fidel. El hecho es que Fidel está a punto de abandonar el juego y llevarse en su equipaje fúnebre toda la maldad y la porquería que ha llevado a Cuba al lugar donde se encuentra, de manera que, si se logra dar esa impresión en los círculos políticos internacionales, Raúl tiene garantizada la dirección del país haciendo con sus oponentes lo que le venga en ganas con la anuencia y la comprensión internacional.

El profesor Domínguez nos dice que con Fidel el progreso caminaría a pasos de tortuga; esta afirmación demuestra que este hombre confunde la tortuga con el cangrejo, porque aun siendo una lenta tortuga si fuera verdad que el progreso con Fidel avanzara, en estos últimos cincuenta años Cuba estuviera en el planeta Marte y no en la letrina haitiana donde se encuentra. También trata de regalar la idea de que con una apertura crediticia al actual mandatario cubano se allanaría el camino de la transición. Parece no saber un pepino de créditos comerciales y cartas de crédito bancarias a noventa días, porque eso es lo que propone, ¡un crédito de noventa días! Si el gobierno cubano no tiene dinero para pagar al contado ¿Qué garantizaría que en noventa días lo va a tener?



En la Conferencia Anual del Club de Madrid, Domínguez, vicerrector para asuntos internacionales y catedrático de la Universidad de Harvard pretendió tirarle el cabo que precisa Raúl con la concesión de créditos americanos a su gobierno. No pidió siquiera para ello una señal positiva por parte de la administración de Raúl, todo lo contrario, se enfocó únicamente en abrir espacios desde una sola parte, la otra parece no importarle mucho. Dijo algo sobre soltar a los presos, sin siquiera señalar que esos presos no son otra cosa que una baraja que en el ultimo de los casos se usaría para ablandar el corazón de idiotas que no se acaban de meter en la cabeza que los presos políticos cubanos no deben permanecer en cautiverio porque no han cometido delito político alguno. Sin embargo, no se refirió a la marcada política opresora actual de las autoridades cubanas, tampoco dijo un comino sobre la respuesta que ha dado el gobierno sucesor actual de Cuba con respecto a las concesiones hechas por Estados Unidos, España y Europa, nada sobre la agudización de la represión. Dijo que si el gobierno de Raúl Castro conmutara sus penas a las personas encarceladas “sería una buena señal” que le permitiría al Congreso aprobar, quizás con más facilidad, por ejemplo, los viajes de ciudadanos estadounidenses a Cuba. A parte de no comprender claramente los movimientos políticos del totalitarismo cubano, se da el lujo de decirle a Raúl lo que debe hacer para que le levanten las sanciones, sin analizar siquiera que antes, mucho antes de que a él se le ocurriera eso, ya a la dirección de Cuba se le había ocurrido, y justamente por el hecho de tener esa carta debajo de la manga es que todavía quedan 54 prisioneros de la primavera negra del 2003 muriendo en vida en algún hueco esperando ser la próxima carta.
Ya me parecen que sobran los apologistas de Raúl en el Mundo. Cancilleres, Presidentes, catedráticos y hasta incluso su hermana está haciendo lo imposible por quitarle el manto de estiércol que lo cobija, pero eso me parece que va a ser imposible, en primer lugar, porque la justicia de la historia solo la imparte el tiempo y en segundo lugar, porque a la dirección de la tiranía cubana no le interesa el levantamiento de la sanciones, lo único que quieren es estar en el poder el tiempo suficiente para que la batería de sus ancianas vidas se agote pacíficamente. Muchas gracias.

domingo, 8 de noviembre de 2009

Nosotros somos el Pueblo

El día nueve de noviembre se cumple un aniversario más de la caída del muro de Berlín. El desplome del muro fue el acontecimiento que marcó el verdadero comienzo del paulatino desmerengamiento del campo socialista. Los pedazos de concreto que aquella luminosa noche cayeron y golpearon estrepitosamente el pavimento de ambas partes, abrieron las alas a la libertad, a la unión de un pueblo separado por una ideología de opresión y engaño “Nosotros somos el Pueblo” gritaban las masas, consigna que fue emblema que allanó el camino para que la libertad explotara como cual big bang e iluminara a toda Europa.

Hoy se mira desde el tiempo y se ve como algo anacrónico, atrasado el muro, y de él nadie se acuerda, el simbolismo se perdió en los confines de la memoria histórica y solo queda como algo significativo el derrumbe, la caída, el breve espacio de tiempo que duró la unión y la reconciliación de un solo pueblo dividido por el comunismo. Las potencias que emergieron como puntas políticas mundiales se repartieron Europa como parcelaron los colonos ingleses la tierra de nadie en América, como si los europeos fuesen tribus de indios sin cultura, sin historia y sin valor. La guerra agotó a Europa y los pueblos cansados ya de las sangrientas e interminables batallas no les quedo más remedio que obedecer, plegarse como míseros ratones a la voluntad de dos potencias, cada una con conceptos sociales y políticos totalmente antagónicos.

La evolución social europea en poco tiempo tomó conciencia de su situación y la lucha por la libertad no se hizo esperar. Hoy nadie se acuerda ya de la RDA, ni de los que murieron a la vera de aquel muro, de los que rasgaron sus vestiduras tratando de saltarlo, los que dejaron su piel en la fría roca y de los que derramaron su sangre en el intento de brincar, todo eso se guardó en un cofre de acero bajo mil candados y se echó a las profundidades de un océano de olvido, para que nadie pudiera sacarlo y pedir justicia. Sin embargo, ya el tiempo se hizo cargo de los responsables personales que llevaron a cabo la construcción de aquel muro, pero la naturaleza que rige el destino de los hombres y la vida en el planeta, jueza y jurado de nuestras vidas, no tiene jurisdicción sobre la historia política de la humanidad, y es aquí donde la verdadera justicia de los pueblos cumple su cometido.

Fue justamente el comunismo fuente de inspiración para que la maldad, la injusticia y la opresión campearan por su respeto amparados por el simbolismo del muro de Berlín, y es al comunismo a quien hay que pedirle cuentas, no solo por lo que pasó en Europa sino, por el daño que ha hecho y hace a la humanidad. Hoy, a veinte años de aquel glorioso ejemplo de unidad popular, todavía existen pueblos que sufren los embates del totalitarismo comunista y le toca al mundo hacerse eco de sus calvarios, les toca denunciar que aun cuando se ve el ejemplo del muro de Berlín como algo viejo, anacrónico, todavía hay pueblos que están separados por un solo hombre, por la implantación obligada de una ideología, por un muro mucho más grande en simbolismo de la maldad que el de Berlín. Debería Europa, ahora que está enfrascada en desempolvar al comunismo europeo, en sacarlo del fondo del océano del olvido y sentarlo en el banquillo de los acusados, darle una mirada al caribe, quizás descubra por allí al culpable de que un pueblo haya vivido separado por cincuenta años debido a los caprichos de un solo hombre; eso sería un ejemplo no solo para Europa sino, para América, que mucha falta le hace. Muchas gracias.