martes, 19 de mayo de 2009

La mala memoria

El pueblo de Cuba entre los miles de defectos que padece hay uno que le ha costado todo el calvario que ha padecido en estos cincuenta años “la mala memoria” La memoria de los cubanos no dura más de una semana. Se olvidan tan rápido de las cosas que por ello le suceden una y otra vez. Dicen los científicos que la diferencia que existe entre un simio y un ser humano es la memoria. Los simios despiertan todos los días como si fuera el primero; eso sucede con casi todos los animales y he ahí la diferencia. Según la ciencia los animales despiertan a diario a una nueva vida, y conservan lo poco que aprenden solo por veinticuatro horas. Los cubanos no exageran tanto pero, somos algo parecidos.

A los cubanos se nos olvidaron las promesas de la revolución, y mira que hubo promesas. Todas las ensartas de mentiras que les dicen a diario, y mira que les mienten. Encima de eso oyen pero no escuchan ¿cómo se mastica eso? muy fácil. Cuando comenzó el periodo especial, que de especial no tiene nada, le dijeron que era una situación circunstancial ¿Ya se acabo el periodo especial? Raúl les prometió cambios ¿dónde están los cambios? Les prometieron leche para los niños mayores de siete años ¿Quién se tomo la leche? Y así día tras día les mienten, pero a nosotros se nos olvida. Nos sucede igual que al aura tiñosa que se propone construirse una casa en día que llueve, pero cuando escampa dice “Ya para qué, ya escampó”.

Ahora regresan de nuevo lo días de apagones ¿por qué? Bueno porque esos días jamás se irán de Cuba mientras exista esta noche. El régimen está acostumbrado a apretar y aflojar las riendas de la escasez y la represión según convenga; aprietan hasta ver la lengua de Cuba parecerse a una corbata, luego aflojan un poco y calman los ánimos volviendo todo a la aparente normalidad. Lo hacen porque conocen la mala memoria de los cubanos y saben que en menos de una semana pueden volver a apretar de nuevo porque del anterior apriete o de la promesa incumplida ya nadie se acuerda.

Fidel Castro se cansó de mentirles a los cubanos y a los cubanos se les olvidaron todas esas promesas. Les pudo decir que Cuba en menos de diez años iba a ser una potencia económica a nivel mundial, que los ríos en lugar de agua transportarían leche, sin embargo, cincuenta años después los ríos no transportan ni agua. Si me pongo a contar todas las promesas y las mentiras que nos regalaron no se termina nunca este comentario, pero me basta recordar que aunque creamos que nuestra memoria es corta, no es tan categórica tal afirmación, lo que sucede con nosotros los cubanos es que tenemos el cerebro en el corazón. Muchas gracias.

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