lunes, 26 de septiembre de 2011

"El Sindrome del Poder Adquirido"

El síndrome del poder adquirido es el comportamiento que se adquiere una vez se llega al poder por vías rebeldes. Todo revolucionario y/o socialista compulsivo que llega al poder de manera tumultuosa, acaba convirtiéndose inexorablemente en aquello por lo cual luchó y odió toda su vida.

Para luchar en contra del poder hay que acumular poder, porque no se puede derrotar las fuerzas poderosas si no es con una fuerza aun más poderosa, ya sea militar o moral.

El síndrome del poder adquirido se hizo patente en Cuba desde el mismo inicio del triunfo revolucionario. Una cosa eran las fuerzas rebeldes en su lucha para alcanzar las fauces del poder, y de una forma muy distinta se comportaron una vez tuvieron en sus manos aquello que tanto odiaron y en contra de lo cual lucharon.

El poder aparentemente es una enfermedad que ataca la memoria histórica, es una especie de fiebre mental que borra todo recuerdo altruista, compasivo y humano de la mente de los hombres. Es como una bacteria que hace que el poderoso olvide por completo las razones que lo llevaron al poder. Cuando le preguntaron a Emiliano Zapata y al General Villa si de alguna manera pretendían obtener la presidencia de México, lo dos dijeron que no, y cuando le preguntaron el por qué, respondieron “Porque no queremos convertirnos en aquello en contra de lo cual hemos luchado toda la vida”.

Existen dos únicas maneras de llegar al poder y no contagiarse con el síndrome del poder adquirido. Una es teniendo un corazón del tamaño de Villa y Zapata, y la otra es por medio de una democracia sólida como la de Estados Unidos.

No existe un solo caudillo o social político en la historia de la humanidad que a la hora de llegar al poder, no se haya convertido en aquello en contra de lo que tanto lucharon. La ambición, el egoísmo, el egocentrismo, el odio, la corrupción, el nepotismo y el narcisismo se hacen presentes de manera espontánea, como si una fiebre repentina los atacara y cambiara su razonamiento y comportamiento de repente.

Sin embargo, cuando el Síndrome de Poder Adquirido hace metástasis, puede convertirse en una epidemia política que alcanza a contaminar a la mayoría de los políticos de su entorno y puede llegar a ser pandémica.

La fiebre de la legitimidad compartida es aquel comportamiento de avestruz que adquieren todos los políticos del mundo al no querer ver el actuar abusivo y antihumano de los contaminados con el Síndrome de Poder Adquirido, de manera que es muy difícil siquiera diagnosticar la enfermedad.

Los pueblos, que son los que en verdad sufren las consecuencias de tal síndrome, se sienten defraudados, impotentes, aislados y ultimadamente abandonados a su mala suerte.

El gobierno cubano posee desde hace mucho tiempo este síndrome, sin embargo, aparentemente con el transcurso de los años, ha dejado de ser una enfermedad de las revueltas sociales y revoluciones para convertirse en una epidemia que se ha regado por todo el sur continente americano, y quien no posee aun el síndrome del poder adquirido, se contaminó con la fiebre de legitimidad compartida. Fiebre (dicho sea de paso) que ha cruzado el océano y ha contaminado a Europa y el viejo mundo.

Muchos gobernantes han adquirido el síndrome del poder adquirido, que a fuerza de longevidad en Cuba, ha mutado de manera que hasta en forma democrática se adquiere. Enfermos en sur y centro América con el Síndrome tenemos a Daniel Ortega de Nicaragua, Rafael Correa de Ecuador, Evo Morales, Bolivia y Hugo Chávez de Venezuela en fase terminar, pero aun ahí; los demás, en su gran mayoría están infestados con la fiebre de legitimidad compartida.

Lo bueno de este síndrome es que, aunque se hereda y es altamente nocivo, puede ser erradicado con una delicada cirugía social que tenga en cuenta (después de la intervención quirúrgica) que sólo se es inmune al síndrome del poder adquirido, en una sociedad donde el poder sea administrado por instituciones y no por caudillos y/o políticos sociales, por muy socialistas que digan ser.



Luís Alberto Ramírez. Katungo.

miércoles, 22 de junio de 2011

jueves, 28 de abril de 2011

Un velero a la deriva

miércoles, 20 de abril de 2011

Cúpula




Una elección es una opción que se toma entre distintas. Selección: es un conjunto de personas o cosas seleccionadas. En la noticia que nos llega del sexto congreso del Partido Comunista de Cuba, se informa que unánimemente los mil delegados en pleno, aprobaron las reformas planteadas por Raúl Castro y comenzaron la votación de los miembros del Comité Central y del Buró Político.
En este sentido vale la pena hacer un breve paréntesis en la noticia y en las circunstancias que la provocan. En primer lugar, en la Cuba castrista nunca se ha votado por elegir a nadie, siempre el voto ha sido para seleccionar entre los oficialmente elegidos. La política socialista democrática es muy clara al respecto: Solo tienen derecho a representar a la población (dígase población porque en los países totalitarios el Pueblo se considera una masa amorfa que carece de valor humano alguno) los nominados por el partido único. En consecuencia, en Cuba no hay elecciones, sino selecciones.
Aclarado este punto, pasemos entonces al trasfondo de los hechos. Este debió ser el décimo congreso del Partido, sin embargo, es el sexto. De manera que hubo circunstancias que hicieron que los congresos se aplazaran por mucho tiempo, entre ellas, se me ocurre el desmerengamiento del campo socialista y la inestabilidad ideológica sufrida por las figuras más poderosas de la dirección del país, pero el motivo primordial que llevó al aplazamiento de los congresos fue la falta de definición del futuro.
Desde el comienzo del periodo especial en tiempos de paz, la maquinaria socialista sufrió un estancamiento donde no se supo el camino a seguir. Por una parte, el alimento ideológico social se quedó sin argumentos. A la balanza revolucionaria le serrucharon el piso y las cacareadas conquistas de la revolución cayeron estrepitosamente debido a la obvia dependencia social foránea. Por tanto los cantos de sirena revolucionarios se derrumbaron como un mal armado castillo de naipes.
La solución fue radicalizar aun más el sistema y convertirlo en una abierta dictadura con argumentos superfluos, pero muy eficaces por cuanto sometieron al Pueblo sin apañar el verdadero propósito de la dirección de la revolución.
¿Qué ha sucedido entonces con los resultados del sexto congreso del Partido? Exactamente lo planeado por la octogenaria dirección del País. Quedaron las cosas idénticamente iguales como cuando Raúl tomó las riendas del poder, solo que ahora con mayor radicalidad y “legalmente” autorizado.
Como se sabe, los delegados al congreso del Partido no tienen manera de decidir, sino solamente establecer y/o dejar constancia legal con mano alzada o urnas abiertas, que las propuestas económicas y sociales planteadas por la dirección del Partido son las que se llevarán a la práctica con la anuencia de la totalidad de los congresistas.
Las reformas planteadas no pasan de meros formalismos. Por ejemplo ¿Es lógico plantear un mandato de cinco años por dos términos cuando se lleva en el poder cincuenta largos años y se tiene ochenta de vida? Cuando el mandato de Raúl Castro llegue a su fin estaría próximo a cumplir 90 años. Esa es la manera más descarada de decirle al Pueblo que van a estar en su cargo hasta que se mueran.
Para los que tenían esperanzas que el congreso del Partido le iba a dar un respiro al pueblo cubano no hay una noticia más espeluznante que las propias medidas aprobadas por éste, porque el congreso del Partido Comunista de Cuba fue la vía propicia que encontraron los castristas cubanos para decirle al pueblo de Cuba “Estamos aquí porque nos da la gana, y estaremos hasta la muerte.

sábado, 2 de abril de 2011

Plagio a Tanislé

viernes, 1 de abril de 2011

La reflexión del maní.

miércoles, 23 de marzo de 2011

La otra reflexion

martes, 15 de marzo de 2011

La puta politica.

miércoles, 23 de febrero de 2011

ORlando Zapata, primer aniversario.

viernes, 11 de febrero de 2011

Incógnitas de Polo y Yoani.





Polo Montañés y Yoani Sánchez son de un eje sus dos ruedas, con la diferencia que giran en sentido contrario.

Polo nació en la finca “El Brujito”, en plena Sierra del Rosario, Pinar del Río. Dio sus primeros pasos educacionales sin zapatos y con muy pocos deseos de estudiar. Creció entre la manigua y el monte, entre el arado y la yagua; entre la yegua y la vaca. Trabajó como tractorista, ordeñador de chivas, carneras, vacas y en cuantas faenas le exigía su condición de campesino humilde. Pero dentro de su alma se fue desarrollando la poesía de manera prodigiosa. Desde muy niño supo combinar muy bien el sonido de la guitarra con la lírica de sus poesías. Sin ninguna preparación académica, Polo alternaba su condición de campesino con su enorme talento. En los días trabajaba a pleno sol arando la tierra, cultivando los campos, y en las noches araba su mente y cultivaba su arte. Así transcurrieron muchos, muchísimos años, con la gaveta llena de cosas lindas que eran verdad. Fue aquel diamante bruto que nadie quería pulir y que la dirección cultural de su pueblo siempre ignoró.

Cantó en guateques campesinos de por aquí y por allá, en comelatas improvisadas y amenizó uno que otro restaurante en busca de alguna propina o más que todo reconocimiento artístico. El gobierno de Cuba nunca lo reconoció, incluso le negó su educación, pero Polo siguió ahí, aferrado a su talento como garrapata al perro. Hasta que un día, un dichoso día, la suerte lo encontró.

Cuando cantaba en el restaurante “La Terraza” de Candelaria lo escuchó un empresario capitalista y al instante se acordó del poeta cubano José Martí cuando dijo: “Todo es hermoso y constante, todo es música y razón, y todo como el diamante, antes de luz fue carbón”.

A partir de ese día la vida de Polo cambió rotundamente, dejó de llamarse Fernando Borrego Linares para convertirse en una gloria de Cuba: el Guajiro natural. La fama lo envolvió tan rápidamente que no le dio tiempo a comprenderla, a razonarla, a disfrutarla.

Había pasado cuarenta y siete años de su vida diciéndole a Cuba que él era Polo Montañés y nunca lo escucharon, nunca lo entendieron, jamás lo ayudaron. Tuvo que ir un extranjero, un odiado capitalista extranjero y escucharlo, pulirlo y ayudarlo. Sin embargo, Polo agradeció a la “Revolución” por lo que no le dio, por lo que le ignoró y por el ostracismo donde lo hundió. Porque Polo era un buen cubano, un buen poeta, buen compositor, buen músico y un buen castrista. ¿Por qué? No se sabe, esa es la incógnita de Polo.

Yoani Sánchez es la rueda que da vueltas en sentido opuesto. Nació en Centro Habana en el año 1975, hija de un ferroviario devenido en ingeniero reparador de bicicletas. Asistió a la escuela primaria con impecable uniforme rojiblanco y pañoleta roja. Siempre fue una niña muy aplicada, estudiosa, inteligente y respetada. Cursó estudios secundarios y asistió a la Escuela al Campo. Por esos días ya escribía cosas que pudieran haber incomodado al “Gobierno Revolucionario”, algo así como: “Vivir en albergues crea la sensación de que nada te pertenece, toda tu vida, tus cosas, tu privacidad y hasta tu desnudez son de propiedad pública. Por dos años cursó estudios en un instituto pedagógico y realizó una especialización en literatura española. Ingresó en la Facultad de Artes y letras de la Universidad de La Habana donde se graduó como licenciada en filología hispánica.

Trabajó en la editorial Gente Nueva, de literatura infantil, pero aparentemente la remuneración era muy pobre y se dedicó a trabajar con el turismo extranjero hasta lograr el sueño de todo joven cubano: “abandonar la Isla”. Emigró a Suiza en condición de no se sabe qué con una carta de invitación de no se sabe quién. El caso es que dos años más tarde regresó a Cuba haciendo algo que muy pocos cubanos logran: integrándose plenamente a ella; siendo aceptada con todo y la libreta de racionamiento.

En Suiza aprendió el arte de la Internet y decidió abrir un blog plano de pocos colores y letras cortas de nombre Generación Y. Y de repente, de buenas a primeras, le otorgan el premio Ortega y Gasset del periodismo cibernético. Al instante la fama de Yoani Sánchez se remonta a los confines de la tierra y su blog se convierte en el portal hispano más visitado de la red. La nombran miembro de honor del festival de cine de Praga, está entre las diez personalidades más influyentes del año 2009 por el New York Time, le otorgaron el premio Maria Moors Cabot de la Universidad de Columbia y su nombre se menciona con letras mayúsculas cuando se habla de la blogósfera mundial.

Yoani es un fruto de la “Revolución Cubana”. Fue educada por el sistema y obtuvo privilegios que Polo Montañés no tuvo nunca y que muchos cubanos no pueden siquiera soñar. Sin embargo. ¿Cómo es posible que un blog, nacido en un cuartucho en La Habana se convierte por obra y gracia de sabe Dios qué, en el portal más importante de la red de redes? ¿Por qué Yoani Sánchez es el enemigo más grande del régimen castrista? No se sabe, esa es la Incógnita de Yoani.



jueves, 10 de febrero de 2011

El elefante de cartón



La conferencia del ciberpolicía cubano Eduardo Fontes Suárez, frente a la partida de ignorantes dinosaurios verdes en la sede del MININT o en cualesquiera de sus instalaciones, pone una vez más sobre la mesa la prueba de que el Gobierno cubano se ha convertido en un burro con orejeras que marcha hacia ninguna parte sin detenerse en los detalles; son una jauría de enormes elefantes negros que asustan pero, es sólo un susto.

El camarada Fontes está adiestrado en la nueva tecnología, sin embargo, la conferencia fue más bien para dejar en claro que el camino del castrismo no cree en obstáculos. No existe el análisis, el calculo, ni importan las consecuencias, la revolución cubana marcha como un burro arrollando y destruyendo cualquier obstáculo que se atraviese a su paso, y cuando no los tenga, los inventan.

Decir que el contratista americano Alan Gross fue a Cuba con el propósito de organizar una red contrarrevolucionaria, y que fue al mismo tiempo el primer paso de la formación de una cadena de focos de cibernautas internos que desestabilizarían la revolución, es la idiotez más grande que se pueda escuchar. Ellos saben que el Sr. Gross es una victima fatal de sus antojos, una especie de joya americana con la que pueden jugar y usar como mingo. Una cosa tienen bien clara los compañeros del MININT, y es justamente que son tan grandes como tan débiles. El pueblo de Cuba no se ha percatado aun de la debilidad de sus represores, cosa que el camarada Fontes ha dejado bien claro.

Nada de lo que dijo Fontes tiene sentido, ni puede ser considerado como inteligencia, y mucho menos puede asegurar la estabilidad de un Gobierno que no sea el cubano. Los órganos represivos del régimen son torpes, bochornosos y solo pueden tener éxito en un país como Cuba. Porque los cubanos les han temido siempre, y los ven como algo indestructible, anclado a los cimientos de la nación como una sanguijuela destructora pero indestructible. Los cubanos ven a la revolución como veían los romanos a los elefantes de Aníbal, le temerán hasta que se dieron cuenta que tenían su lado débil.

Hay que ser un idiota para decir que Yoani Sánchez en una especie de herramienta creada por la CIA y el imperialismo para lavar dinero. Pero no es solo un idiota el que lo dice, sino quien lo escucha sin sentir que ofenden su inteligencia.

Los órganos represivos del Estado cubano no le temen a la opinión pública internacional, y la dirección del Partido y el Gobierno menos. Su objetivo es crear una atmósfera de miedo interno que evite que los cubanos sepan que ellos son tan débiles como los elefantes de Aníbal.

Las nuevas medidas de apertura informática son una cortina de humo. El acceso a la telefonía móvil es una ilusión, y las medidas económicas son tan falsas como la misma revolución.

¿Dónde se ha visto que el acceso a Internet sea tan costoso que para usar una hora de mala conexión haya que gastar todo el ingreso de un trabajador al mes? A nadie hay que explicarle que la red en Cuba es interna, monitoreada y exclusiva ¿A eso se le puede llamar apertura informática?

El acceso a la telefonía móvil es peor aun. Los cubanos usan sus teléfonos celulares para muchos objetivos, pero ninguno tiene que ver con la comunicación; los usan como linternas en clubes nocturnos, para la especulación, para jugar y para entretenerse, para todo, menos para hablar. Porque es imposible usar un medio de comunicación tan costoso.

Ahora, la apertura más controversial y polémica es la económica. El Gobierno cubano le ha hecho creer al pueblo que la apertura económica iniciada en el 2010 traerá progreso a la población, y hasta los curas se tragan ese cuento aconsejando a los ciudadanos que se van a tener que adaptar a los nuevos ricos. Los términos impositivos reglamentados por el ministerio de rentas internas hacen imposible que ningún cubano pueda llegar a tener solvencia económica, y mucho menos ser rico; esto agravado con la mala calidad empresarial, no deja espacios para la duda. El régimen ha establecido una apertura famélica en el mercado minoritario pero, ¿Quién ha visto un mercado minoritario sin el apoyo del mayorista? La gestión empresarial no es nada sin la cadena Fabrica-distribución-minorista, esa es la base de cualquier economía de mercado, sin ello todo es mentira. El Gobierno lo sabe pero deja que el pueblo se trague esa pelota peluda. La apertura comercial en Cuba no es otra cosa que la necesidad del Gobierno de controlar también el mercado negro. La economía de mercado siempre ha existido en la isla, la diferencia es que antes era subterránea, informal y mucho más efectiva, pero sobre todo, sin control; ahora no, después de la apertura del general Raúl Castro el Gobierno va ha tener la posibilidad de controlar un mercado paralelo que antes estaba dejando perdidas al Estado. En la economía paralela se movía, antes de la apertura raulista, mucha divisa que no controlaba el Estado; mucho dinero circulaba de Miami a La Habana y viceversa, era un ciclo que se estaba haciendo muy difícil controlar, la mejor manera de parar el reciclaje era controlando el mercado, y eso es lo que ha hecho muy hábilmente el Gobierno cubano. ¿Cómo llega a la cadena minoritaria independiente cubana la mercancía necesaria para funcionar correctamente? De la misma manera que llegaba anteriormente al mercado negro.

Aquellos años en que todos los días festivos revolucionarios exhibían en la Plaza de la revolución los cañones, las tropas, los tanques, los aviones y cuanta armas tenían pasaron a la historia, porque con aquellas amenazas inocularon en el alma de cada cubano la dosis de miedo necesaria para fabricar una gran maquinaria diabólica a la que todos los ciudadanos temen, deja que al pueblo le de por empujarla, se van a dar cuenta que ese enorme elefante negro es de cartón, sino que le pregunten a Coral negro.

martes, 1 de febrero de 2011

El síndrome de Agamenón




Es muy difícil para un gobernante de corte totalitario procesar las emociones ajenas a sus sentimientos más profundos. Para los líderes totalitarios del mundo el sentimiento nacional esta intrínsicamente en sintonía con su razonamiento. Este comportamiento debería tener una asignatura en la cátedra de psicología, porque ésta es una constante en todos los líderes políticos aun antes de que la humanidad comprendiera que para sobrevivir debía enfocar su existencia en un comportamiento social. Aun hoy vemos cotidianamente ese empecinamiento, equivoco comportamiento y sus consecuencias.

Agamenon fue si se quiere el líder más empecinado de la historia según Homero, tanto se empecinó en sus ideas que llegó hasta asesinar a su propia hija para demostrar que su poder era incuestionable. Sitió por más de diez años a la amurallada cuidad de Troya, y por amor a su cuñada, miles de griegos murieron y Troya desapareció de la faz de la Tierra, para al final, morir por su razón.

El Presidente Mubarak tiene 82 años, está en el poder desde 1981, y aparentemente padece del síndrome de Agamenon Light. No se ha dado cuenta quizás de lo que está sucediendo en el Cairo. Ha tenido buenas relaciones con la única democracia en el medio oriente, y con Estados Unidos, sin embargo, internamente se ha defecado en la democracia, la libertad y los derechos de forma muy sutil; este empecinamiento ha parido las consecuencias de siempre. ¡Los radicales y oportunistas aprovechan la oportunidad y no dejan más alternativas que el radicalismo! Porque, aunque Mubarak tenía el respaldo de las democracias más fuertes de occidente, y nunca permitió contaminación de democracia alguna, si quiso nadar entre las dos aguas; ahora recoge el fruto podrido de su cosecha.

Otros líderes de la zona tienen sus bardas en remojo. Sin embargo, sus totalitarios comportamientos son tan radicales que es muy difícil que ardan en llamas. Kadafi por ejemplo. Está en el poder desde 1969, es responsable en gran medida del odio que le profesa esa zona a occidente; se le acusa de terrorismo de estado, de asesino compulsivo, y de cuanta cosa mala puede cometer un líder. Pero aparentemente, por razones que nadie ha llegado a entender, ha moderado su discurso antiimperialista y se asegura a instancias de sus radicales razones.

Jamenei es otro que bien baila, se instaló en el poder después de la muerte de su predecesor el ayatolá Jameini, y desde entonces ha manipulado el poder a su antojo y ha logrado atornillarse en Irán bajo la tuerca protectora del odio del Islam contra occidente.

Abdalá I Rey de Arabia Saudita, ese si se las trae; viene de una dinastía saudí que gobierna Arabia desde 1932 y aunque ha modernizado la monarquía, y se permiten ciertas libertades no es de extrañar que se sienta algo nervioso.

Esta falla en la placa social de la zona se debe a un factor que ningún líder puede olvidar: ¡Ningún régimen social en la cuna de la humanidad sobrevive tratando de imitar el comportamiento de occidente! Allí se es, o no se es. El presidente Mubarak como único sale airoso de esta encrucijada es demostrando a fuerza de poder, el poder sus fuerzas, así es como único puede sobrevivir y evitar que en poco tiempo su pellejo se derrita bajo el ardiente sol de las calles del Cairo. Para corroborar esta afirmación basta con saber quienes llevan la voz cantante en estas protestas. Los hermanos musulmanes, que hasta hace unos meses eran una fuerza minoritaria en el parlamento, hoy se apresuran a tomar las riendas de la nación y no cabe la menos duda que ellos no van a cometer el mismo error de Mubarak.

Veo a occidente regocijado, eufórico, y lleno de júbilo importado creyendo que lo que sucede en el Cairo es consecuencia de la opresión, y la baja calidad social; y no saben cuan equivocados están. Si lo que sucede en Egipto fuera consecuencia de que el cuarenta por ciento de la población vive con menos de dos dólares al día, entonces en Cuba ya hace rato hubiera sucedido, teniendo en cuenta que el ochenta por ciento de los cubanos viven con menos de veinticinco centavos. Si fuera cierto que lo que sucede por aquellos lares fuera consecuencia del fraude electoral, entonces en Cuba hubiera sucedido hace tiempo porque lo que menos hay en la isla son elecciones. Si fuera, por ejemplo, consecuencia del tiempo que Mubarak lleva gobernando Egipto, entonces a Castro hay que hacerle una esfinge. No es consecuencia de nada que no pueda soportar una sociedad; es simplemente que Mubarak no supo desarrollar bien el síndrome de Agamenon.

martes, 18 de enero de 2011

Con razón o sin razón



La manipulación de la semántica indiscriminadamente ha sido el plato fuerte del régimen de Cuba por los últimos cincuenta años, de manera que existen frases y palabras tan perfectamente distorsionadas que han calado tan profundo en la mente del Pueblo cubano que ya forman parte del lenguaje nacional.

Pero el régimen no se ha conformado con manipular la lengua española a su antojo solamente en territorio nacional, sino que ha cruzado fronteras de manera muy efectiva. El ejemplo más clásico es el “bloqueo” nadie en Cuba sabe del embargo comercial de Estados Unidos contra la dictadura, todos están plenamente convencidos que se trata de un “bloqueo del Imperialismo Yanqui contra Cuba” En la ONU sucede un tanto igual, ningún gobierno trata la política económica unilateral de EEUU contra el régimen de los hermanos Castro como debía ser, todos ignoran el derecho de los americanos a tratar económicamente a cualquier país como quiera o como mejor convenga a sus propios intereses; olvidan incluso que Estados Unidos es el quinto socio comercial de la dictadura, entre otras omisiones, con tal de llamarle al embargo “bloqueo”

Esta epidemia semántica ha infestado a la gran mayoría de la izquierda universal, no importa si se trata de la izquierda Light o extrema, el primer impulso los lleva al simple razonamiento de que Cuba es Fidel Castro, y la revolución es el Pueblo cubano; es como un golpe del razonamiento subyacente, como una ráfaga subconsciente de razones manipuladas y muy bien elucubradas que la propaganda castrista ha inoculado silenciosamente en la mentalidad envidiosa del mundo durante cincuenta y dos años, y no es de sorprender que hasta el propio Presidente de los Estados Unidos este infestado. ¿Cómo la actual administración americana, para justificar su nueva política de salvavidas al régimen va a decir que van a tomar una serie de medidas para continuar con el esfuerzo de ayudar al Pueblo cubano a determinar su futuro libremente? Aquí se nota a más de una milla de distancia que la actual administración confunde Castro con Cuba y Pueblo con revolución.

La única forma que Estados Unidos o cualquier país del Mundo ayudaría al pueblo de Cuba a determinar su propio futuro es exigiendo a la dictadura que permita un plebiscito ciudadano, que le exijan a la dictadura que le de al Pueblo el derecho a sus derechos.

Siempre Estados Unidos ha encontrado la manera de mantener a flote la tiranía castrista, es como si el régimen de La Habana fuera una especie de bebida amarga con buen sabor, aquella oveja negra que cae en el poso un sábado o un hijo descarriado, malcriado, y sinvergüenza, pero hijo al fin.

Las pasadas conversaciones migratorias entre la actual administración y la dictadura han dejado una especie de sabor amargo en las expectativas de los más avezados y conocedores del tema. Todos esperaban que la administración exigiera al régimen un mejor trato económico a los visitantes de la Isla, la liberación del contratista inocente, la cancelación de las restricciones de entrada y de salida, la devolución de los terroristas americanos refugiados en Cuba, así como una política de más respeto a la libertad de información y expresión. A cambio, Estados Unidos ofrecería: El levantamiento de las restricciones de viajes de estudiantes y académicos americanos a Cuba, la autorización para que salgan vuelos para La Habana desde cualquier aeropuerto de Estados Unidos, la cancelación de limitación de envíos de dinero, la cancelación de la restricción de que no todos puedan enviar dineros y el cese de las presiones a las agencias de viajes a Cuba. Sin embargo, Estados Unidos concedió todas estas exigencias castristas, pero La Habana no dio nada a cambio, absolutamente nada, es más, formó un escándalo diplomático porque la Sra. Roberta Jacobson, jefa de la delegación estadounidense en las conversaciones migratorias se reunió con algunos disidentes miembros del MININT y otros magnates de la oposición.

Hay un pensamiento martiano que dice así: “Hay hechos que son como guijas que cortan las alas al corazón, pero el agradecimiento es tan fuerte que se las pega” Y yo preguntaría ¿en quien pensaba Martí cuando escribió esto?

¿Los cubanos debíamos agradecer que los americanos nos dieran albergue en los Estados Unidos, o que nos hubiesen dejado en Cuba exigiendo con nuestro pellejo el curso de nuestro propio futuro? ¿A quien pudiera preguntarle yo esto?



sábado, 8 de enero de 2011

De privilegios y privilegiados





Un axioma es la expresión de un juicio que no necesita demostración, por ejemplo: “Detrás de un castrista se esconde un oportunista” Este juicio no necesita mayor explicación, sin embargo, en el caso que me ocupa, si vale la pena reflexionar al respecto, porque nos llevaría a concluir que cualquier movimiento que haga el gobierno de Cuba que afecte en lo más mínimo las ventajas que tienen sus seguidores por encima de la mayoría del pueblo cubano, pondría en peligro su seguridad, incluso su existencia.

Los gobiernos de corte totalitario, incluyendo al cubano, basan su estrategia existencial en la envidia; usan este sentimiento humano como herramienta necesaria para su existencia. Existen varios axiomas que demuestran hasta donde es capaz de llegar el individuo con tal de sentirse por encima de los demás. Una muestra de eso por ejemplo, es cuando decimos: “Son capaces de dar un ojo por ver a los demás ciegos” o “En un país de ciegos el tuerto es el rey” los anteriores no son axiomas sino, aforismos, porque entran en el campo de lo figurativo, pero muy bien pudieran serlo porque no se necesita mucha explicación para entenderlos.

En un estudio realizado por estudiantes de la universidad de Harvard hace algunos años, se descubrió que la envidia generalizada no solo afecta a los países pobres, sino que es una especie de epidemia que afecta a toda la humanidad. Se comprobó que dondequiera que coexistan más de veinte individuos la envidia es como la carcoma, que no para de alimentarse. En centros laborales de todo el país se hizo un experimento que consistía en probar hasta dónde puede llegar la envidia. Se le preguntó a varios obreros si querían que le aumentaran el salario y todos respondieron afirmativamente, sin embargo, cuando se puso a prueba su personalidad envidiosa la inmensa mayoría dio positivo. Se les dio dos opciones: ¿Te gustaría ganar cien mil dorares anuales mientras que el resto de tus compañeros ganan doscientos mil, o querrías mejor ganar cincuenta mil y que el resto gane veinticinco mil? ¡Todos se fueron por la segunda opción!

Como decía George Orwell “En un país gobernado por totalitarios, la simple posibilidad de tener un pedazo de pan más grande que el de los demás, se considera un privilegio” En Cuba los privilegiados son todos aquellos que se sienten por encima de la escasa multitud que los rodea. Cualquiera puede considerarse un privilegiado, incluso, un simple barrendero puede considerarse como tal si el carrito de basura que maneja es mejor que el de los demás.

La casi multitud de ex altos dirigentes castristas que viven como refugiados en el exterior es la prueba más contundente de que el castrismo no posee base ideológica de ningún tipo, y que su existencia está contrayéndose y al punto de estallar cuando su masa dirigente histórica llegue a cero.

Si el ex Canciller Roberto Robaina, Felipe Pérez Roque y el ex vicepresidente de los Consejo de Estado y de Ministros Carlos Lage, tuvieran la posibilidad, sin riesgos, de abandonar territorio cubano, como aparentemente la tuvo el Sr. Pedro Álvarez Borrego, ex presidente de la firma Alimport y Zar de las relaciones económicas entre Cuba y Estados Unidos, se convertirían en enemigos acérrimos de la dictadura, incluso más peligrosos que cualquiera que lo haya sido por los últimos cincuenta años.

¿Cómo puede sobrevivir el sistema cubano una vez la nomenclatura se vea en la obligación de dejar de ser garante oficial de la subsistencia nacional? Cuando esto ocurra, y parece que en este año comienza a suceder, entonces el equilibrio social cubano, que siempre ha estado sobre una especie de cuerda floja, perderá su base y caerá sin remedio. No es posible mantener un gobierno totalitario sin totalitarismo laboral, cuando el pueblo deje de sentirse dependiente del Estado ¿Qué significado tendría pues apoyar al Estado? Los polos sociales se invierten y entonces pasarán a sentir envidia del pueblo independiente, los dependientes del Estado.

Raúl Castro quiere hacer un socialismo competitivo, funcional y efectivo, y eso es imposible, porque históricamente no funciona así, no funcionó nunca, y cuando quisieron hacer que funcionara fracasó. La muestra de que el simple hecho de creer que con cambios cosméticos el castrismo puede salvarse es un grabe error, el simple hecho de que para comenzar han tenido que depurar el relevo es la prueba de que al gobierno de Cuba lo único que le interesa es mantenerse en el poder hasta tanto duren sus octogenarios líderes ¿Puede tener éxito un sistema social acabado de renovar con dirigentes que estás a punto de terminar? “Raúl ha tomado con calma algo por lo que muchos han perdido la cabeza, sin duda es que no ha captado la gravedad del problema” (Axioma).

miércoles, 5 de enero de 2011

En lo más profundo de la revolución



La puesta en marcha en Cuba de la moledora laboral debe ser una estrategia coyuntural, a corto plazo. No puede el gobierno de los hermanos Castro darse el lujo de dejar que a la gallina le salgan plumas; de ser así, el axioma de Joseph Stalin perdería completamente su significado, en consecuencia, la revolución cubana estaría cavando su propia tumba.

No es verdad que el proyecto político cubano ha estado por más de cincuenta años bordeando un precipicio, lo cierto es que el objetivo es hacer creer que “bordeaban el precipicio social cubano y evitaron caer en el” El caso es que en el fondo del precipicio nacional ha estado siempre la revolución, alimentada esencialmente por sus propios detractores y en compañía de la inmensa mayoría asustada; lo que sucede es que no es estratégicamente factible reconocer la oscuridad del fondo.

No conozco a ningún dirigente revolucionario que haya seguido apoyando el proyecto castrista una vez fuera de la dirección del país, Tampoco se conoce un solo cubano que apoye esa locura social si no depende del calor de las botas castristas. Una vez la fuerza laboral cubana se sienta libre de las cadenas que la atan a la dependencia estatal, el apoyo al proyecto castrista se derretirá como un helado en el desierto del Sahara en medio de la tarde.
¿Qué organización de masas tendrá la fuerza de convencimiento necesaria para convocar a miles de trabajadores independientes del Estado a una manifestación de apoyo gubernamental? La revolución cubana encuentra esencialmente su apoyo social en la masa dependiente, una vez carezca la gran mayoría de los cubanos de esa dependencia, el motor se apaga, porque la sociedad es el combustible que alimenta el buen funcionamiento del proyecto social cubano.

  1. Por eso creo que no nos debemos dejar confundir, esta vez, como muchas veces anteriores, los obliga la necesidad de mantener las riendas del poder, porque a estas alturas del juego un resbalón y su pellejo se cotizaría en la plaza del mercado a menos de un centavo el metro cuadrado.

Raúl Castro es valiente, debemos reconocerlo, porque con esta movida social se está acercando demasiado a las llamas. Debe tener cualquier cantidad de detractores que al mismo tiempo ya sienten el calor del fuego muy cerca de su pellejo. El primero debe ser Fidel Castro, que después de escapar de la garras de la parka no ve la necesidad de arriesgarse un tantito más. La movida de Raúl es sumamente peligrosa, tanto que puede caer fácilmente al abismo, pero no a ese abismo social en el cual han subsistido por más de cincuenta años sino, al abismo sin fondo que algún día caerá la revolución cubana y que ellos evitan a como de lugar.

Pues bien, si ciertamente los cambios económicos y sociales son sinceros y altruistas (cosa que me cuesta mucho creer) entonces debemos apoyarlos, porque esos cambios no son otra cosa que una segregación espontánea de confianza que Raúl alberga en su narcisismo. Creo que Raúl Castro tuvo esta revelación en una noche de orgía alcohólica o en su defecto, algún Marcus Junios Brutus entre sus asesores o concubinos le tendió una trampa, porque no es posible que después de cincuenta años sostenidos de la misma rama la suelten sin tener asegurada la otra, eso no lo hace ni Trazan, porque sabe que se le acaba la selva.

Al margen del anterior análisis, puedo hacer otras dos lecturas de este comportamiento castrista: Puede ser que Raúl Castro en unión de sus más cercanos octogenarios colaboradores, piensan que haciendo aperturas económicas paulatinas diluirán los rencores históricos del pueblo cubano de tal modo que la memoria nacional sufra amnesia social y después de ellos sus descendientes puedan disfrutar de sus herencias sin miedo al escrutinio nacional; pero ellos son narcisistas, y por la cabeza de una personalidad como esa no aparece la futura seguridad de nadie.

O que lo haga para hacer una especie de carril que conduzca a Cuba por el mismo “mar de felicidad” en donde navegan China y Viet Nam. De cualquier manera el peligro es inminente, y el por ciento de fracaso es enorme.

Los cubanos no se adaptaron a los españoles, tampoco a los americanos, y mucho menos a los rusos ¿Quién dice que si se van a adaptar a los chinos o vietnamitas? La no dependencia nacional de la sociedad al castrismo será la gota que llenará la copa, amen de China, Viet Nam, y la familia Castro.

Sin embargo, estas lecturas son meras especulaciones, ideas espontáneas; la verdad está ahí, en los cambios, en la realidad nacional cubana y en el comportamiento social ¡Una vez el Estado cubano deje de controlar la vida laboral del pueblo de Cuba, y el pueblo deje de depender de su empleador histórico, el castrismo se cae!