lunes, 28 de septiembre de 2009

Cultivo una rosa blanca

Creí que no tocaría más el tema del concierto por la paz en Cuba. Entendí que había sido suficiente con el fuero a favor y en contra, el actuar y comentar según las circunstancias que se fueron presentando en el transcurso de la pachanga. Pensé que con el transcurso de los días las aguas fueran tomando su cause, y aquí paz y en el cielo gloria. Al sector enardecido del exilio cubano se le fueron bajando las furias de la cabeza y ya nadie del supuesto bando extremista habla del asunto; abrieron un hueco, colocaron la polémica y le echaron tierra. Sin embargo, aparentemente los supuestos artistas que llevaron a Cuba la pachanga no se les ha acabado la energía, y siguen buscándole las cinco patas al gato, y se la van a encontrar, por lo menos a mi gato ya se la encontraron.

En una entrevista con el “Fogonero” (humorista español de muy alta audiencia) Miguel Bosé dijo una ensarta de mentiras embustes y contradicciones que no pueden pasar por alto: Merced de los tropiezos que tuvo con las autoridades cubanas que lo llevaron a llorar como una vieja frustrada, aun sigue afirmando todo lo contrario a la realidad. Para no decir solamente que este tipo es un apologista de la dictadura cubana, hay que decir también que es un ignorante. Le dijo completamente convencido al Fogonero, y cito textualmente: -¿Sabías tú que en Estados Unidos hay más índice de pobreza que en Cuba?, el Fogonero le respondió: -¿No me digas? No sabía eso. Claro que no lo podía saber, porque es una exageración brutal de ese idiota que no se conforma solamente con ser castrista, también es ignorante ¿Qué país en el mundo puede tener mayor índice de pobreza que el noventa y cinco por ciento?

Por otra parte tenemos a Olga Tañón. En todos los programas a los que ha asistido esta señora ha dicho que Cuba lo que necesita es que le levanten el embargo aunque sea de medicinas y alimentos. Ahí lo tienen, ¿es ignorante esta idiota o los que la entrevistan son más idiotas que ella? Posiblemente sea eso. Nadie le puede decir a esa señora que desde el año 2003 el gobierno de Cuba no tiene ningún obstáculo para importar desde territorio continental americano, autorizado por el gobierno de Estados Unidos, toda la comida y la medicina que quiera. De hecho la naviera Crowly sale cargada de pollo congelado semanalmente rumbo La Habana desde puertos de la Florida ¿Dónde meten el pollo los castristas que el pueblo no lo ve? Esa pregunta debíamos hacérsela a Olga, quizás el pollo, la langosta y la carne de res que nunca ve el pueblo de Cuba se lo comió ella en el Hotel donde se hospedó, ella, Juanes, Bosé y la partida de ciegos que solo ven la paja en el ojo ajeno. Dijo esta Señora que ella pensaba que cuando se fuera de Cuba todos se iban a tirar por el muro del malecón detrás de ella. “Allá en Cuba nadie se quiere ir, todos quieren quedarse allí” ¿No jodas? ¿Y los cientos de miles de balseros que han llegado a Estados Unidos y aun los que fueron alimento de tiburones en el mar, de dónde salieron, de Puerto Jrico?

Da asco el comportamiento de esta gente. Juanes por su parte cree que con haber dicho libertad en la Plaza ya fue suficiente para que los cubanos olviden. Nada de lo dicho en la Plaza de la revolución entra en contradicción con la política del gobierno cubano, porque ellos entienden que Cuba es el primer país libre de América, decir libertad allí es sinónimo de revolución. Decir que le den una isla en el medio del mar y llámenla libertad no es de ningún modo contraproducente porque, según los castristas esa Isla ya existe, se llama Cuba. Pedir libertad para los secuestrados de Colombia y los presos políticos donde quiera que estén no dice nada tampoco, los secuestrados están en Colombia, y los presos políticos deben estar en Estados Unidos porque, según el gobierno cubano en Cuba no hay presos políticos sino, contrarrevolucionarios y enemigos del pueblo, puede preguntarle eso a Juan Formel ¿Qué otra cosa dijo Juanes “Una sola familia”? eso no dice nada tampoco porque Cuba siempre ha sido una sola familia sino, que le pregunte a los cubanos de allá, a cualquiera, si tiene familiar en la diáspora, todos te van a decir si, y la muestra está en la tal Niurka por la cual abogó Olga al principio de su concierto.

Juanes no habla, solo niega lo que la prensa vio, grabó y publicó. Parece que piensa: -“Ya tiré la semilla, ahora solo falta la cosecha” parece también haber olvidado que quien siembra ortigas no puede cosechar rosas y si alguna rosa es blanca, que se cuide porque puede tener espinas. Muchas gracias.

jueves, 24 de septiembre de 2009

La Habana en Guanabacoa

Dicen los organizadores del concierto en La plaza de la revolución que asistieron al evento un millón ciento cincuenta mil personas ¿de dónde sacaron esa cifra tan exacta? En primer lugar, esa plaza, basado en cálculos anteriores, tiene capacidad para unas seiscientas mil personas y otras cien mil apostadas en sus alrededores, calles colindantes, avenidas etc. ¿Quien hizo ese cálculo? Únicamente uno encima de otro cabe esa cantidad de personas allí.

Yo soy de ese barrio y conozco muy bien el lugar, allí caben gente cantidad pero, no un millón, ni con Juanes, ni con el Papa, ni con Fidel. Un millón de personas es mucha gente. Los organizadores del evento elevaron tanto la imagen del concierto que metieron La Habana en Guanavacoa.

lunes, 21 de septiembre de 2009

La próxima rumba

Hay muchas personas que opinan hoy, después del concierto en la Plaza de la revolución en La Habana, que la pachanga superó todas las expectativas. Yo no, yo sabía que iba ser exactamente así; Juanes no podría haber dicho más de lo que dijo porque verdaderamente dijo mucho más que lo que le permitieron decir, además, la atmósfera que envuelve la vida o la estancia dentro de la Isla te atrapa de tal manera que el subconsciente y el espíritu de sobrevivencia se te activan de modo que haces exactamente lo que hacen los demás, es como una epidemia, como una enfermedad contagiosa que te obliga a comportarte de forma cautelosa, y al fin de la jornada, terminas como todos, hablando de manera metafórica y diciendo lo que querías decir de manera que no se te pueda entender. Sin embargo, en algo si coincido con la mayoría, y es justamente en el hecho de que no se hicieron declaraciones de apoyo al régimen de ninguna clase, más bien se hizo mención a la libertad tantas veces que el verdadero significado de la palabra se diluyó en el escenario y no llegó al público.

Existieron algunos detalles que me gustaría destacar. Antes que todo, quiero significar que todas las partes, incluso la oficialista, se portó a la altura de las circunstancias, es decir, para mí, fue la primera vez en 50 años que se contagiaron de libertad, que la democracia los embarró de manera que, las declaraciones a las que siempre se ven obligados se diluyeron ante la presencia de artistas libres, se sintieron protegidos por las circunstancias, inclusive, Silvio Rodríguez, para no quedarse al margen, tuvo un comportamiento mesurado, interpretó una canción la cual en su momento lo acercó filosóficamente al pueblo de Cuba, y para no contaminarse demasiado con los aires de libertad que soplaban en aquel escenario, no participó de la gran final, quizás para no verse en la obligación de escuchar la palabras y evocaciones que él seguramente sabía que se dirían.

No voy a repetir aquí, en este escueto comentario lo que dijeron cada uno de los participantes, lo que haré es cortarle un poco de leva a la mediocridad que opacó de cierta forma la luminosidad del evento. ¿De dónde sacaron a la tal Cucú diamante esa? Dijo en una, no se si canción o graznido, que le hace falta un burro que se la lleve ¿pa’dónde? La verdad que a un evento como ese no se debe llevar cualquier cosa, diz que se hacen llamar “Hierbabuena” parece que en verdad estaba buena la yerba que se fumaron antes de subir al escenario porque ¡coñ… que mal cantan! Por lo demás, me parece que no se pudo hacer más, con lo que hicieron fue suficiente, ahora bien, dos cosas quedaron bien explícitas, la primera, los artistas cubanos, por primera vez, no se si por la presencia de Olga, Bosé y Juanes, participaron en un evento multitudinario y no se vieron en el compromiso de mandarle un saludo al Comandante, no hicieron alusión al “bloqueo”, el imperialismo o la revolución, más bien hicieron todo lo contrario, Silvio interpretó una canción que todo el pueblo cubano sabe que es en contra de Fidel Castro, eso no tiene ni tuvo nunca discusión, los Van Van, y Amauri se limitaron a interpretar solo canciones de su emblemático repertorio y el ambiente ciertamente, por primera vez (en ese lugar) no tuvo que soportar siquiera en mención, la imagen de Fidel Castro. Por otra parte, Juanes, y Olga se llevaron, aparte del cariño incondicional del pueblo cubano, la convicción de que con el gobierno de Cuba no hay arreglo, supieron de primera mano que son autoritarios, represivos e totalmente intolerantes; lo demuestra el hecho de que Juanes tuvo que dar las gracias, no solo a los que lo acompañaron en la tarima sino, a los que no dejaron que lo acompañara.

Para ser honesto, y estar a bien con mi conciencia, debo decir que Juanes hizo mucho más de lo que pudo. Aunque no estoy de acuerdo con ninguna pachanga a celebrarse en Cuba porque en todas influye la imagen castrista, en ésta, poco que ver. Las circunstancias que pudieron mejorar la imagen del gobierno cubano se vieron manchadas con su comportamiento, es decir, Juanes los obligó a negar la asistencia de artistas no gubernamentales, y a encerrar forzosamente a opositores en sus casas, eso demostró ante el mundo una vez más, que ese gobierno es totalmente intolerante a la libertad artística. Los pocos focos de intolerancia en la diáspora solo son los efectos de la inercia emocional, nada más, en pocos días nos olvidaremos de Juanes, Olga y el concierto de marras, y esperaremos ansiosamente la nueva puesta en escena, estaremos atentos a la escucha del primer tambor que suene en La Habana, para formar de nuevo, otra rumba. Muchas gracias.

sábado, 19 de septiembre de 2009

Un escudo ante el cinismo

Cinismo 1 M: Desvergüenza o descaro en el mentir o en la defensa y práctica de actitudes reprochables.

Este concierto de Juanes en La Plaza de la revolución de La Habana ha dado tanto de que hablar que la sola mención de Juanes ya da dolor de cabeza. En Cuba dirían las gentes en jerga popular “Al concierto de Juanes hay que sacarle el pie” Sin embargo, cada día aparecen argumentos y ocultas intenciones que obligan a no dejar de pensar en ello, que llaman a una reflexión diaria, porque si no lo hacemos podríamos morir fácilmente por explosión cerebrar. Cada día me convenzo más de que el concierto es un espaldarazo tácito al régimen de La Habana, que nada tiene que ver la paz con eso y mucho menos el cacareado amor al arte por parte de Juanes. Ya me canse de pensar que Juanes es un inocente, iluso o bien pensado. ¡Juanes es un castrista convencido de que la revolución cubana es el emblema al enfrentamien-to “imperialista” en el continente y como tal se debe apoyar! Esta partida de idiotas con suerte se amparan en el apoyo de las masas izquierdistas para alimentar la hoguera que cuece sus egos.

Olga Tañón pidió a los cubanos en una conferencia de prensa que llevaran refrescos y chocolates para que puedan soportar el caliente Sol del verano en el concierto ¿eso es ser ilusa? No eso es ser una idiota ¿cómo va ha pedir que lleven refrescos y chocolates al concierto, no sabe esta mujer que los cubanos no tienen acceso a eso? Yo he conocido ciegos cantantes, sordos pianistas, pero no creo que existan músicos sordos y ciegos al mismo tiempo. ¿Olga Tañón no escuchó hablar de un tipo que fue a parar a la cárcel por pedir Jama? Si eso no es estar sordo, venga Dios y lo vea. Esta idiota aparentemente está ciega, porque simplemente con salir del aeropuerto y pasear por la calzada de Boyeros camino al hotel donde se hospeda es suficiente para ver hasta que extremo han llevado la depauperación en Cuba. Por otra parte, se queja porque los cubanos exiliados le piden solidaridad con su causa a costa de su capricho de participar en la pachanga, diz que eso es una interferencia en sus libertades y ella no soporta que le digan lo que tiene que hacer, sin embargo, las autoridades cubanos le prohíben interpretar canciones de su (según ella) madrina Celia Cruz y lo acepta como si nada; los castristas no le están cuartando su libertad, los exiliados si.

Hoy nos enteramos que se dio una reunión en la que participó el prestigioso empresario Raúl Alarcón Jr. y Emilio Estefan donde le pidieron a Juanes intercediera ante las autoridades cubanas para que permitiera a los cantantes y artistas exiliados cubanos participar del concierto y las autoridades del régimen se lo negaron. Juanes no dijo nada de esto; las autoridades castristas le prohíbe que invite a sus colegas cubanos exiliados y el muy… dice que los castristas le han dicho que si en todo, que le han brindado todo su apoyo. Esto demuestra las segundas y verdaderas intenciones del dichoso concierto. Juanes ha dicho mentiras, ha ocultado muchas cosas, y ha usado el cinismo como escudo ante las armas de una realidad que lo enfrenta sin miedo y sin tapujos. La mayoría de la gente no entiende esto, pero nosotros si, porque este perro ya nos ha mordido una tonga de veces. Yo nunca he comprado un disco de Juanes, ni de Olga, ni de ninguno de los que van a participar en ese concierto, pero escuchaba con alegría sus canciones cuando la ponían en la radio. Yo no voy a romper discos, ni quemar camisas negras, en primer lugar, porque no los tengo, y aunque las tuviera, tampoco lo haría, no tengo pensamientos extremos, y segundo, no los voy a comprar para nada porque aunque los rompa ya su recompensa les di, pero lo que si voy a hacer, a partir de hoy, es quitar de mi dial toda estación de radio que toque un disco de cualquiera que haya participado en esa pachanga, por respeto a los mártires de la lucha por la democracia y la libertad de Cuba, por los balseros que fueron y son aliento de peces en el estrecho de la Florida, por respeto a la valiente oposición externa e interna, por los que sufren prisión y por respeto a esta diáspora que mantiene viva, a pesar de los pesares, la cubanía. Muchas Gracias.

miércoles, 16 de septiembre de 2009

El hombre lobo ataca de nuevo

La televisión cubana exhibió un documental en el que mostraban al exilio cubano como si fuésemos integrantes de una manada de simios embravecidos peleando a vivos gritos y dándonos golpes en el pecho para controlar el territorio de nuestras razones. El documental en cuestión fue trucado; manifestaciones de unos cuantos idiotas mezclados con multitudes, declaraciones sacadas de contexto. Pero ¿Quiénes les dieron el caldo de cultivo a los castristas para que pudieran armar tan profesionalmente ese documental?

Los políticos tienen que tener la capacidad (más que cualquier otra cosa) de poder convertir las derrotas en victorias, cuando un político se aferra a conceptos impopulares con el objetivo de convertir sus ideas en ley, y sus razones en la única verdad, pierde la pelea aun antes de empezar. Para poder ser un narcisista a carta cabal, primero debe convencer a las masas de que no se es, luego entonces (nunca antes de llegar al objetivo) una vez estén todos convencidos de que es lo que aparenta y no lo que verdaderamente es, entonces, y solo entonces, puede hacer con las masas lo que le de la gana, no antes. Pero para aprender estos pequeños, pero importantes detalles, deben los políticos estudiar a los grandes dictadores y sátrapas de la historia política de la humanidad, ninguno llegó a ningún lugar con la fuerza de la verdad sino, con la humildad de sus mentiras. Si tenemos en cuenta este concepto práctico, y más cierto que el evangelio, puede un contrincante echar la batalla, de lo contrario, que ni entre al ruedo.

Nosotros los cubanos perdimos la batalla del niño Elian González, ¿por qué? por los mismos motivos que ahora estamos a punto de perder la batalla del concierto, y aunque son dos cosas totalmente opuestas, los métodos usados por la dictadura son exactamente los mismos, sin embargo, no aprendemos, seguimos bailando al son de la música que nos toca Castro.

En la próxima pasada manifestación en contra del dichoso concierto, unos cuantos agitadores, no más de siete, quemaron camisas negras y rompieron discos del cantante colombiano en protesta por su deseo de realizar la pachanga en La Habana, todos los medios de prensa en el mundo transmitieron las imágenes y acusaron a toda la diáspora cubana de intransigentes, ultraderechistas, fascistas, falangistas y de cuanto Dios crió; mintieron y sacaron de contexto esa manifestación de libertad por usar métodos reservados solo a los extremos, nadie, ni por asomo dijo jamás que esos absurdos métodos lo usaron unos cuantos, no más de diez. Sin embargo, sí sabemos que eso es así y que siempre sucede lo mismo ¿por qué repetimos el mismo error una y otra vez? A veces me pongo a pensar y llego a conclusiones que no debía llegar, como por ejemplo: ¿Será justamente ese el objetivo? ¿Estaremos deliberadamente haciendo esas cosas para echarle la leña necesaria al fuego cruzado del descrédito internacional?

¿No aprendemos? Eso no justifica la repetición de los mismos errores. El próximo domingo veintidós, en lugar de romper discos con mandarrias, le van a pasar con una aplanadora mecánica por arriba, no solo a los discos de Juanes sino, a los de Olga Tañón, Bosé y de cuanto cantante ose subirse a la tarima con Juanes ¿Qué cosa es esa? ¿Por qué hacen eso? ¿Qué pasó con el concierto paralelo, con las críticas del exilio, con la negativa de aceptar esas manifestaciones como si fueran fruto del esfuerzo de toda la diáspora cubana? ¿No aprenden, o no quieren comprender?

A mi que me saquen de ese rollo, no estoy de acuerdo con el concierto, lo he dicho muchas veces, pero también he dicho que Juanes tiene ese derecho y debemos todos respetarlo, estando o no de acuerdo, lo que no debemos hacer, estando y sin estar, es darle los argumentos necesarios a la dictadura castrista para convertir sus reveces en victorias. Muchas gracias.

domingo, 13 de septiembre de 2009

Diez al Patíbulo



Once ancianos en Cuba controlan a once millones de cubanos, a millón por anciano. Hay un dicho popular que dice así: “El hambre es lo único que mientras más se reparte, a más toca” y en Cuba ha llegado la hora de repartir cubanos, pero creo que este es el único tipo de repartición que no le conviene a los participantes del convite.

Todos estamos condenados a muerte, pero hay algunos, por ley natural, que están más cerca del patíbulo que otros, y en Cuba, gracias a la naturaleza, los que han convertido a la nación en un patíbulo ardiente, les está llegando la hora de rendir cuentas ante él. Hoy me despierto con la alentadora noticia de que ya solo quedan diez, porque uno acaba de pasar a la historia. La lista por orden de partida debe conformarse más o menos así:

1) Fidel Castro Ruz (83 años)
2) Guillermo García Fría
3) Ramón Machado Ventura
4) Raúl Castro Ruz
5) Ramiro Valdez Mirandas
6) José Ramón Balaguer
7) Julio Casas Reguero
8) Abelardo Colomé Ibarra
9) Leopoldo Cintra
10) Ulises Rosales del Toro

Desgraciadamente la ley de la vida es nuestra única esperanza, y afortunadamente Raúl Castro nos la puso en bandeja de plata. Cuando las riendas de la dictadura la tenía Fidel en sus manos, el relevo generacional estaba garantizado, Fidel había colocado sabiamente en la cabeza de una nueva generación la idea de que el hombre podía morir, pero el partido y la revolución eran inmortales, ahora ya no, porque Raúl, con su comportamiento, acaba de demostrar que, el día que el hombre muera, se lleva con él a la tumba al partido y la revolución. No necesariamente tienen que partir todos al mismo tiempo, ni poco a poco como si los alcanzara una epidemia, solo con pasar a la historia el más emblemático es suficiente, porque la base fundamental de la maléfica obra está envejecida, y las raíces que soportaban el peso de la maldita idea ya está podrida y sin esperanza de relevo. Ahora solo falta tener un poco más de paciencia, porque los diez que faltan están condenados al patíbulo de la historia.

Muchas gracias.

Nota: El orden de los factores, en este especifico caso, puede alterar el producto, pero no alteraría de ningún modo los resultados.

viernes, 11 de septiembre de 2009

Por sus frutos los reconoceréis

Varias cosas se confirman que estaban confirmadas desde un principio. La primera es el concierto “por la paz” del cantautor colombiano Juanes a celebrarse en la plaza de la revolución de la Habana el próximo veinte de septiembre. La segunda, la confirmación de que dicho concierto es tan apolítico como célibe es el Padre Alberto, y la tercera, la ratificación de la sentencia a dos años de cárcel para Pánfilo por el delito de decir que tiene hambre. “Nadie le tira piedras a un árbol que no da frutos” en consecuencia, nos tiran piedras a los cubanos exiliados porque de nosotros lo único que el mundo ha cosechado son frutos. No es un problema de chovinismo, es la pura y clara verdad. Los países que han acogido con amor y comprensión a la diáspora cubana, en lugar de arrepentirse, han cosechado el fruto dulce de nuestro esfuerzo. Pero lo han hecho tirándonos piedras, muchas piedras. Sería interminable la confección de un listado de traiciones que como duros y enormes seborucos nos han lanzado desde todas partes del mundo, y no es un problema de autocompasión de nuestra parte, es que, no solo nos ladran sino, también nos muerden.

Para nadie es un secreto que si no fuera por el exilio cubano ya hace rato Cuba se hubiera convertido en un gran lago de sangre. Después del desmerengamiento del campo socialista, la diáspora cubana ha cargado sobre sus hombros la responsabilidad de la subsistencia de la población cubana, aun cuando la dictadura se empeña en castigar abusadoramente y sin piedad nuestro amor y bondad para con nuestros hermanos. Sin embargo, eso, hasta cierto punto es lógico, pero que supuestos hermanos nos traicionen, y hagan daño por el solo hecho de ser una comunidad exitosa, es mucho más que una necesidad de celos o sentimientos de envidia. Napoleón decía que “la envidia es la demostración más clara del complejo de inferioridad de un ser humano” pero ¿Quiénes en este caso son los que tienen ese complejo enredado en sus entrañas que no pueden vivir sin hacernos daño? El mundo entero nos ha visto cabalgar durante estos largos cincuenta años y todos, de una forma u otra, nos ha ladrado. Estados Unidos es quien encabeza sutilmente este comportamiento porque sabemos que a río revuelto, ventaja de pescadores, aun así, seguimos cabalgando.

¿Qué necesidad tiene Juanes de gastarse trescientos mil dólares de su fortuna personal para pararse en una tarima como si fuera un títere acompañado de los más emblemáticos músicos progubernamentales cubanos y cantarle a la paz? Que raro está eso. ¿No sería mejor gastarse esa plata en los niños de la calle en Colombia? Eso con toda seguridad no lo hace un artista cubano. Un artista cubano seguramente si tiene que gastar cualquier cantidad de dinero en un concierto por la paz donde lo que hace falta es libertad, lo manda para Cuba para que unos cuantos cubanos no se acuesten sin comer, aunque el precio a pagar sea engordar las arcas de la dictadura, porque ningún artista cubano exiliado tiene nada que envidiarle a nadie, en consecuencia no tiene la necesidad de tirar piedras.

Claro que Juanes, Olga Tañón, Miguel Bosé y todos los que los acompañan tienen derecho a participar en un concierto donde mejor les convenga, por la paz de ellos o la de los sepulcros, lo que no tienen derecho, moralmente hablando, es a querer hacernos creer que ese concierto es apolítico, que es solo una representación artística a favor de la paz, porque a nosotros los cubanos nos podrán acusar injustamente de todo, incluso de ser chovinistas, de lo único que no se nos puede acusar, ni injustamente es, de come mierdas. Muchas gracias.