martes, 18 de diciembre de 2007

Historia del jineterismo

Según la real academia de la lengua popular cubana, jinetear es la manera de sobrevivir en Cuba al margen del régimen político y social implantado en la Isla.

La historia del jineterismo en Cuba se remonta a los años setenta’s, salta como una necesidad social cuando de alguna forma se obtienen beneficios materiales con una actividad comercial en la que el régimen ni siquiera había pensado. Los primeros Jineteros fueron hombres, y se les llamó “Jinetes”. Todo comenzó en los muelles del Puerto de La Habana con la llegada de marinos de otras nacionalidades a Cuba. Una actividad que quizás siempre se hizo, pero que debía dejar de existir supuestamente porque la nueva sociedad no tendría la necesidad de continuar con una practica, si se quiere, inmoral en cierto sentido porque lacera la autoestima; nunca tal vez se reparó en ello porque la actividad en si no fue organizada, no hasta que los Jinetes se dieron cuenta que ese tipo de trabajo le daba cosas que eran tabú para la sociedad, era mas que eso, era prohibido por considerarse un delito de desviación ideológica; de manera que esta actividad garantizaba bienes materiales que no estaban al alcance de la sociedad, y que poseerlos colocaba a la persona por encima de la media social.

Con el transcurso del tiempo los Jinetes que a la sazón solo jineteaban al extranjero para obtener trapos y cigarrillos de olor a todo menos a tabaco, trasladaron las operaciones para los jardines del Parque Central y calles adyacentes, pues aquel era el lugar de más afluencia extranjera. Los lugares de búsqueda y captura se originaban en el parque, una vez capturada la victima, se le daba un recorrido por los bares y lugares de interés de la Habana Vieja y nacía una amistad que duraba hasta que el extranjero abandonaba la Isla, no sin antes dejar en poder del Jinete la herencia de sus trapos viejos.

A finales de los años setenta’s y a raíz de los acuerdos migratorios entre la administración de Carter y el gobierno de La Habana, donde miles de exiliados cubanos comenzaron a visitar la Isla, se abrieron varias tiendas de artículos de origen capitalista para servir a los nuevos “extranjeros”…..Los nuevos visitantes estaban obligados a canjear sus dólares por una moneda inventada en Cuba y bautizada por el Pueblo con el original nombre de “chavitos”. Los nuevos visitantes iban con sus alforjas llenas de dólares para gastarlos a manos llenas en Cuba, de esa manera se formó una nueva clase social, la que tenia acceso a las tiendas en divisas, clase que sobresale por encima de la media por los privilegios que les reparaba haber tenido un familiar en Miami….Esta situación que se origina justamente a desventaja de la gran mayoría de la población, hace que sea aprovechada por los Jinetes que, en su lucha cotidiana por conseguir trapitos y cigarrillos no se habían percatado siquiera del valor que iba adquiriendo la moneda extranjera en Cuba; a partir de entonces ya el Jinete comienza otra estrategia, cambiar a los extranjeros los casi inservibles pesos cubanos por la moneda dura, para ello llevaban a los turistas y visitantes a lugares donde solo se podía pagar en moneda nacional, con este truco se lograba convencer al jineteado para que canjeara sus dólares por pesos, haciéndoles entender que para tener una buena estadía en la Isla debían cambiar una cantidad de su fortuna en pesos cubanos, porque en aquel entonces habían mas tiendas en moneda nacional que las dedicadas exclusivamente a monedas convertibles….Con la divisa el Jinete no podía comprar en las tiendas por dólares llamadas “shoping” sin embargo, muy bien podían dársela a un extranjero, exiliado o marinero para que le comprase lo que necesitaba.

El Comando Central del Jineterismo en La Habana estaba ubicado en la intercepción de las calles Neptuno y Consulado, los puntos de reuniones y estrategia eran el Restaurante cafetería Los Fornos y la cafetería Los Parados. Los Jinetes se reunían allí entre otras cosas para alardear de sus aptitudes como cazadores y estafadores de extranjeros.

Poco a poco Cuba se fue convirtiendo en un foco turístico continental y los turistas fueron cayendo en La Habana como moscas, así que los Jinetes fueron tomando auge, de manera que en La Habana no andaba un extranjero a solas, siempre llevaba a su lado un Jinete que como pez pega lo perseguía hasta en sus momentos mas íntimos. El gobierno ni corto ni perezoso se dio cuenta que los Jinetes eran un verdadero fastidio para la imagen que la revolución quería ofrecer al visitante, de manera que comenzó a perseguirlos y cazarlos (sin que el extranjero se diera cuenta) Una causa se creó para mandarlos a prisión, la causa en si llevaba una sentencia de tres a siete años por “trafico ilegal de divisas”. Los Jinetes se fueron replegando porque poco a poco el gobierno los estaba eliminando, sin embargo, una idea surgió e hizo que estos carismáticos estafadores fueran de nuevo a la carga.

Esta vez ya no eran los Jinetes quienes asechaban a los extranjeros, sino que buscaron chicas de buen tipo y las instruían para que hicieran el trabajo que otrora hacían ellos. De una forma muy organizada comenzaron a usar esta nueva estrategia, sin embargo, la cosa se les fue de las manos, las chicas vieron en el Jinete un obstáculo y un intermediario que no tenia porque existir, de esa forma, las muchachas fueron reemplazando a los Jinetes hasta que después de un tiempo pudieron exterminarlos completamente. Los Jinetes se extinguieron como los dinosaurios y ocuparon el Trono las bellas Jineteras.

El gobierno no persiguió a las muchachas como hizo con los Jinetes, porque vio un negocio muy lucrativo en la actividad de las chicas, ya para los años noventa’s no caminaba un extranjero en Cuba sin ser acompañado por una hermosa y flamante Jinetera. El jineterismo en Cuba se vio y aun se ve como un fenómeno casi normal, existen familias enteras que se sienten orgullosas de tener un miembro Jinetera en su seno, incluso muchas Jineteras han logrado casarse con extranjeros y han abandonado la Isla, otras hasta se han hecho señoras de alta alcurnia y otras hasta fama mundial tienen. No fue hasta mediados de los años noventa’s que el gobierno se percató del daño que le estaba dando el jineterismo a la imagen internacional de Cuba, sin embargo, hasta Fidel Castro hubo de elogiar a las Jineteras cubanas cuando en un dircurso dijo: “Nuestras prostitutas son las mas cultas del Mundo” claro que si, en eso tenia razón, porque para poder sobrevivir en Cuba hace falta el dólar, y para ello, hasta una Doctora tiene que meterse a Jinetera.

Nota del autor:

Este artículo ha sido publicado con anterioridad por el mismo autor en el Nuevo Herald en el año 1996 bajo el titulo de “Breve historia del jineterismo en Cuba”en Cubaeuropa.com y en Bitacoracubana. El objetivo del autor en recalcar tantas veces sobre el mismo tema es llamar la atención no solo de la figura social de la jinetera en Cuba, si no, del comportamiento nacional que ve esta actividad social tan natural que la puede llegar a comparar con cualquier forma honesta de ganarse la vida. En Cuba existen dos actividades sociales muy repugnantes para cualquier lugar del Mundo que, sin embargo, allí se ven como algo normal, solo bastando para su justificación el uso práctico de la semántica …..Una de ellas es resolver, que es sinónimo de robar, y jinetear, vivir de la prostitución. Es decir, resolver es algo necesario para poder vivir al margen de la presión gubernamental, y jinetear igual. Empero la tragedia está en que en Cuba mucha gentes creen que quien no Jinetea ni resuelve no vive, a no ser que tenga una entrada económica procedente del extranjero o pertenezca a las altas esferas de la nomenclatura.

Estas repugnantes actividades sociales en cualquier parte del mundo, pasan casi naturalmente por la mente de la sociedad cubana como una actividad nacional más, tanto es así que muchas familias viven orgullosas de tener un lugar donde resolver y/o una Jinetera en su seno. En cierta ocasión le pregunté a una vecina por su hija de quince años, y esta fue la respuesta:

-“Ella está de lo mas bien….Hace unos meses estuvo con un italiano y ya tenemos televisor y video en casa (en Cuba llaman video a la maquina reproductora VCR) Ahora está con un canadiense y nos va a comprar el refrigerador, solo nos falta la lavadora pa’tener los que nos hace falta”-

Con una respuesta como esta, sobran comentarios, sin embargo, vale muy bien la pena recalcar una y mil veces en este tema, porque en una Cuba pos castrista la tragedia no va a ser reconstruir económicamente el País, porque una carretera o una Industria se hacen en menos de un año, lo difícil será reconstruir socialmente la nación después de ya cuarenta y seis años de castrismo.

A mi me da pena en gran medida recalcar sobre el mismo tema tantas veces, y mas si estas figuras sociales atentan contra el mejor comportamiento moral de mi país pero, alguien tiene que llamar la atención sobre esta otra gran tragedia nacional, porque en un futuro puede que este comportamiento desaparezca como actividad social, sin embargo, no creo que deje de lacerar el subconsciente nacional, para que ello suceda, hay que ir recordando constantemente que “jinetear y resolver” son dos lacras de la humanidad que significan robar y prostituir, y que aunque la semántica puede muy bien ponerle un parche a la herida, esto no significa que deje de sangrar.

Luis Alberto Ramírez Miami

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