miércoles, 19 de marzo de 2008

El Fidel de García Marquez

Gabriel García Márquez conoce (según él) muy bien a Castro, y tiene su concepto propio sobre la figura y el pensamiento de Fidel. A continuación pondré los análisis hechos por el Premio Novel de literatura sobre el opresor en la que muy bien refleja la admiración que siente, pero la acompañaré de una merecida respuesta del oprimido a quien él aparentemente desconoce.

GM- “La esencia de su propio pensamiento podría estar en la certidumbre de que hacer trabajo de masas es fundamentalmente ocuparse de los individuos. Esto podría explicar su confianza absoluta en el contacto directo”

Oprimido- “Ese es el Castro que conoce García Márquez, pero la realidad radica en todo lo contrario. Castro tiene la certidumbre de que el individuo como tal es muy peligroso, es por ello que el constante acercamiento a las masas ya sea de modo doctrinal que opresivo es más efectivo, de manera que Castro no se ocupa del individuo como tal, si no fuere para dar un escarmiento, para asustar, oprimir y para consolidar su poder. El individuo para cualquier dictador es un estorbo, solo sirve para uso personal, de manera que estimo que García Márquez está completamente engañado, y totalmente agradecido de poder estar a la diestra de la figura de Castro, y no se da cuenta de que también para Fidel él es un individuo”.

GM- “Las reiteraciones son uno de sus modos de trabajar. Ej.: El tema de la deuda externa de América Latina, había aparecido por primera vez en sus conversaciones desde hacía unos dos años, y había ido evolucionando, ramificándose, profundizándose. Lo primero que dijo, como una simple conclusión aritmética, era que la deuda era impagable. Después aparecieron los hallazgos escalonados: las repercusiones de la deuda en la economía de los países, su impacto político y social, su influencia decisiva en las relaciones internacionales, su importancia providencial para una política unitaria de América Latina... hasta lograr una visión totalizadora, la que expuso en una reunión internacional convocada al efecto y que el tiempo se ha encargado de demostrar”

Oprimido- “Así funciona la economía mundial, eso debía saberlo hasta García Márquez, quien no funciona es la economía de Castro, eso también lo debía saber. Sin embargo, recuerda que una mentira repetida muchas veces llega a convertirse en verdad, y esto lo sabe usar muy bien Castro, ejemplos sobran. No es menos cierto que la deuda internacional es impagable, pero todo el mundo tiene deudas, hasta los mismos Estados Unidos, incluso también impagable, así que de una forma o de otra tendremos que vivir eternamente con deudas, eso es tan simple como la vida moderna actual. Hay países donde ya los niños el mismo día que nacen tienen deuda, en Cuba, solo para citar un ejemplo, un niño que nace tiene una deuda de mil quinientos dólares, quizás ya haya subido a dos mil. Si condonáramos las deudas de una manera aplastante por una directiva, digamos, de las Naciones Unidas, el motor de la economía mundial se pararía. De manera que Castro es reiterativo, insistente y obstinado seguramente, pero no de la manera altruista que la ve García Márquez, sino, todo lo contrario, Porque por ejemplo, en la última pasada asamblea del grupo de los ocho (G8), se acordó condonar la deuda a los países mas endeudados y con mas problemas económicos, paradójicamente la propuesta fue hecha por Inglaterra y Estados Unidos ¿qué te parece García, lo sabias?


GM- “Sobre los que le escamotean la verdad por no causarle más preocupaciones de las que tiene: Él lo sabe. A un funcionario que lo hizo le dijo: Me ocultan verdades por no inquietarme, pero cuando por fin las descubra me moriré por la impresión de enfrentarme a tantas verdades que han dejado de decirme. Las más graves, sin embargo, son las verdades que se le ocultan para encubrir deficiencias, pues al lado de los enormes logros que sustentan la Revolución — los logros políticos, científicos, deportivos, culturales — hay una incompetencia burocrática colosal que afecta a casi todos los órdenes de la vida diaria, y en especial a la felicidad doméstica”

Oprimido- “Claro que lo sabe, como lo sabe todo ser poderoso. El se sabe adulado, y ese precisamente es el néctar que alimenta su sed de poder. Ahora, García Márquez vuelve a ser iluso de nuevo con el Fidel que él cree conocer cuando afirma que las verdades se la ocultan para no inquietarlo, no, las verdades se la ocultan porque todo el mundo sabe en Cuba que a Castro no se le puede decir una verdad que vaya en contra de su propia verdad, que por supuesto, su verdad es una obstinación casi enfermiza de su obra, una obra fracasada que no acaba de comprender que es su primera mentira. Esto lo demuestra cuando dice que: “Las más graves, sin embargo, son las verdades que se le ocultan para encubrir deficiencias, pues al lado de los enormes logros que sustentan la Revolución — los logros políticos, científicos, deportivos, culturales”…- Esos son justamente los principios básicos de su ilusa obra, sin embargo, ¿Quién le dice al Fidel Castro que en Cuba hay una incompetencia burocrática colosal que afecta a casi todos los órdenes de la vida diaria, y en especial a la felicidad doméstica? Eso solo lo puede decir García Márquez en su Fidel que él conoce, escrito en cualquier revista, o quizás hasta en una de sus famosas novelas, pero jamás al oído de Castro, porque de hacerlo, hasta ese día estará al lado de ese Fidel que el cree conocer.

Castro detalló muy exactamente con lujo de detalles todas las travesuras que tuvo que hacer García Márquez para entregar una carta privada de él personalmente dirigida al Presidente Clinton, desgraciadamente no tuvo oportunidad de cumplir exitosamente la misión, no obstante, demostró ante los ojos de toda Cuba que su actuación fue de una complicidad sin limites, no porque haya aceptado entregar personalmente la carta, sino, porque tomó su altura literaria mundial para ponerla al servicio de la dictadura mas brutal que ha existido en el Caribe, sus palabras escritas con total desenfado demostraron lo que es capaz de hacer un hombre para complacer a un tirano. García Márquez no tuvo reparos, hizo lo imposible por complacer a Castro. Aún cuando la misión fuera en verdad tan altruista como pretendía ser y tan urgente, no era para tanto espaviento ni tanta algarabía. Antes de escuchar el discurso de marras no creí que García Márquez en una ocasión fuera con un mensaje grosero y ofensivo de Castro para Felipe González, no creí que el Premio Novel se prestara a tanto, ahora estoy totalmente convencido que es capaz de eso, y de mucho mas.

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