martes, 12 de febrero de 2008

"La majestad del poder"

La prensa ha evitado por todos los medios a su alcance llamar en toda la extensión de su nombre al senador Barack Hussein Obama, candidato por el partido demócrata a la presidencia americana ¿por qué?

(oficina de campaña de Obama)


Imaginemos por unos segundos al senador de marras sentado en el salón oval de la Casa Blanca ya como Presidente dando instrucciones a su gabinete para quitarle el sobrenombre de terrorista a Osama Bin Laden y considerar en lo adelante todas las fuerzas terroristas del mundo como beligerantes con derecho a luchar por lo que ellos llaman “derechos históricos”, imaginemos que por fin el mundo musulmán extremista tenga una voz de apoyo de la estatura del presidente de Estados Unidos, imaginemos a Raúl Castro, Ahmadineyad, Chávez, Bin Laden y al grupo Hamas sentados todos en un salón de la Casa Blanca discutiendo con el Presidente americano el derecho que tienen todos ellos a hacer lo que siempre han hecho…pues bien, estas imaginaciones no estarán muy lejos de la realidad si el pueblo americano se equivoca (porque todos los pueblos tienen derecho a equivocarse) y pone de Presidente de la nación mas poderosa del Mundo a un tapado musulmán con ideas “conciliadoras” y con el poder de seducir a las masas por cualquier vía, lo mismo física, cibernética que mediática.

Todos sabemos que el sanador Obama tiene un carisma algo extraño, existen rumores de que en su niñez hubo de asistir a escuelas de raíces musulmanas y su nombre tan subjetivo lo coloca en una encrucijada tan intrigante hasta para él mismo que ha decidido omitir el Hussein de una manera sutil pero sospechosa. Aunque estos son pequeños detalles me parecen muy significativo el hecho de haber recaudado tanto dinero en tan poco tiempo, las masas están emborrachándose con Obama y esto es peligroso, muy peligroso. Ha recaudado tanto dinero Obama que la Senadora Clinton se ha visto obligada a aportar de su bolsillo 5 millones de dólares para su propia campaña. El carisma de este senador es tan seductor que los medios están totalmente enamorados de él, y cuando los medios se enamoran de alguien ese alguien termina siendo un populista encantador de multitudes y egocentrista irreductible.

Todos recordamos lo que hizo el New York Time con Fidel Castro, lo alabó tanto que llegó a convertirlo en el hombre mas famoso del hemisferio occidental en menos de una semana, luego termina siendo un mentiroso encantador de masas y dictador vitalicio. No hay un solo populista que llegue al poder con la verdad, nunca dicen realmente lo que quieren hacer. Sin embargo, Barack Obama si dice lo que quiere hacer, quiere cambiar totalmente la política americana, quiere sentarse a negociar con Corea, Cuba, Venezuela, Livia, Irán y con cuanto enemigo tiene Estados Unidos en el mundo. Cuidado con los cambios radicales, casi siempre los cambios radicales llevan al radicalismo. Y si Obama es un radical de Izquierda nadie lo va a saber hasta que sea demasiado tarde.

En esta carrera por alcanzar la Casa Blanca no hay entusiasmo en el pueblo sino, una especie de neblina mental que evita que la gente se haga una ilusión positiva con el próximo presidente. Los conservadores están algo confundidos, desean cambios económicos que lleven a esta nación por un camino más sostenible, pero ven en el candidato republicano más de lo mismo, en este sentido la duda los embarga. Por otra parte en la candidata Clinton vemos una especie de dinastía compartida entre dos familias, y con el susodicho Obama lo que antes dije; la duda se está apoderando del votante americano y muy bien se pudiese cometer un error de unas consecuencias desastrosas.

No es alarmismo decir que los americanos pudieran muy bien cavar su propia tumba, es simplemente consecuencias históricas, desde los tiempos del Rey David hasta la actualidad la majestad del poder a reducido a cenizas los pueblos o los ha engrandecido hasta llevarlos a la gloria, nadie desde la humildad de la pobreza ha derribado estatuas y tampoco ha construido pedestales sin embargo, tengan cuidado de aquel que viene con piel de cordero o cantos de sirenas prometiendo lo que en cientos de años no se ha podido hacer, puede ser muy bien un caballo de Troya o un encantador de serpientes envuelto en piel de cordero.Nada de lo que se diga puede cambiar los destinos de una nación, solo los pueblos con sus actos pueden muy bien ser príncipes de la esclavitud o esclavos de la libertad.

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