Terroristas

¡Han de considerarse terroristas todos aquellos individuos, movimientos, grupos o gobiernos que por medio de las armas y el control del poder usan la fuerza del miedo y el terror para modificar, influir o amedrentar a Pueblos en contra de su voluntad!

No se ha de justificar la acción de la fuerza y el terror por el hecho de respetar la autodeterminación de los Países, pues los pueblos en su mayoría no merecen de ningún modo ser gobernados legalmente con el uso del terrorismo de Estado. Todo terrorismo emana las mismas consecuencias, aunque en ocasiones se quiera justificar el hecho de ser aterrorizadas las naciones con todo el derecho internacional de la no intervención en los asuntos internos de los diferentes países que integran las Naciones Unidas.

Se ha de castigar el uso del terror venga de donde venga, y las Naciones Unidas deben ser pilares en esta gran tarea de la Humanidad. Han de ser borrados de la faz de la tierra todo procedimiento de gobierno o de rebelión que lleve consigo el uso del terror, aunque sea éste apoyado por cualquiera de los dogmas religiosos o políticos que imperan actualmente en el Mundo. No se ha de tener la más mínima condescendencia con entes que amparados en dogmas o doctrinas masacran a la humanidad sin contemplación alguna.

Han de ser erradicados todos los movimientos terroristas con el uso incluso de la fuerza si es necesario. La humanidad debe tener la mas absoluta convicción que este tipo de guerra dogmática o política es completamente letal para el futuro de la tierra. Deben los hombres de buena voluntad y de responsabilidad global sentar las bases de la seguridad planetaria. El terrorismo está llamado a acabar con el desarrollo de la humanidad tal como la conocemos, este tipo de lucha es bárbara y antihumana, por cuanto mientras mas tiempo se les permita su desarrollo, más sufrimientos traerán a nuestros pueblos.

Es un terrorista quien por medio de las armas, ideológicas o letales, maneja los destinos de un País y sus nacionales como si fueran reses asustadas condenadas a la opresión.

Un grupo armado separatista que usa las armas en detrimento de inocentes en función de sus objetivos.

Una congregación religiosa que tergiversa los textos sagrados para convertirlos en proyectiles de odio.

Son también terroristas quienes fabrican y almacenan armas bacteriológicas con objetivos de destruir poblaciones en masa.

Los gobiernos que chantajean a la humanidad con la utilización de armamento nuclear en caso de no cumplirse sus deseos.

El terrorismo no es algo casual, desde hace bastante tiempo los terroristas están acumulando riquezas con el objetivo final de desafiar a la humanidad y colocarla justamente bajo el mandato del odio y la esclavitud. Terroristas hay por doquier, ya hasta se infiltran en movimientos guerrilleros marxistas y los hacen cómplices de sus tácticas de lucha. En la actualidad no se puede hablar de luchas de clases, de revoluciones ni de conquistas sociales, porque todo eso se puede alcanzar por medio de las urnas, pero no son las urnas la base que alimenta el odio de los terroristas, es la sangre del inocente lo que los hace fuerte.

Luchar en su contra es deber de la humanidad, porque la humanidad ha de vivir sin miedo de vivir.

Luis Alberto Ramirez