"Las masas latinoamericanas"

Escribió Ortega y Gasset en su ensayo “Rebelión de las masas”: “Las masas no deben ni pueden dirigir su propia existencia” esta es una definición histórica (nada que ver) y es verdad, cada vez que la multitud emprende cualquier obra redentora termina echándolo todo a perder. “Un individuo deja de ser multitud el día que se entera que es multitud, de lo contrario puede vivir toda su vida pensando que no es multitud"; la masa como su nombre lo indica es gente general, pueblo, pero también puede ser algo voluminoso, moldeable, en definitiva, según Gasset la masa vive y se desarrolla de las consecuencias del talento de la minoría* que son aquellos que se despegan de la multitud para crear la formula de la convivencia social, los científicos, académicos, intelectuales, políticos, militares etc. Pero existen momentos en que la minoría hace una pequeña multitud que llega a convertir en masa a científicos, intelectuales y todos los mencionados anteriormente y es ahí, en esa formula, donde se echa todo a perder. Dijo Mallarme y cito: “aquel público subraya con la presencia de su escasez la ausencia multitudinaria” en esta frase y en las consecuencias de la multitud escasa es que me apoyo para dar mi opinión sobre la masa latinoamericana.

Cuando Gasset escribió su famoso ensayo lo hizo pensando en Europa, jamás se le ocurrió pensar siquiera que en Latinoamérica existiría una multitud que daría al traste con la convivencia social de las masas, si en estos momentos estuviera con nosotros seguramente haría una revisión de su ensayo y lo dividiría en dos partes, “La rebelión de las masas europeas y latinoamericanas” y se sorprendería, por qué no, de la gran diferencia.

La cosa comenzó en Cuba con la llegada al poder de una minoría, pequeña bien escasa, que convirtió en masa a todos, absolutamente a todos, las consecuencias no se hicieron esperar, Cuba que era a la sazón uno de los países mas desarrollados en Latinoamérica está hoy entre los mas atrasados y en camino del medio evo.

La masa latinoamericana se abre caminos con calzados enormes de acero y destruye a su paso todo lo que la masa europea en opinión de Gasset logró con su rebelión, a saber en la Venezuela de hoy vive el ejemplo de lo demoledora que puede ser la multitud latinoamericana; ciertamente se pensaría que estoy generalizando y verdaderamente quien piense eso tiene la razón, porque hablo de multitud, de masa, todo aquel que haya conseguido saber que era masa y haya tomado distancia de la multitud no debe en consecuencia darse por aludido, sin embargo, aquel delirante que se amontona para repetir como papagayo consignas concebidas por una multitud escasa, cualesquiera que sean las aspiraciones a modo individual, debe comprender que forma parte de la masa moldeable, asustadiza, sumisa y esclava que aplaude como foca las gracias de un domador.

En Venezuela la masa es tan mediocre que aplaude delirantemente discursos incoherentes de un idiota y loco por demás. Todos se visten de rojo y van rumbo al despeñadero solo a la señal de su domador. Las masas son generalmente cobardes, entre muchas otras cosas, y no son capaces de hacer algo consecuente o históricamente rimbómbate si no se sienten arropados por una gran sabana multitudinaria, empero cuando llegan a sentir el calor de esa gran sabana son sumamente peligrosas destructivas y hasta asesinas. En Latinoamérica se autodestruyen, y acaban con todo, incluso, acaban con las instituciones que en consecuencia podrían protegerlas de ellas mismas. La Venezuela de hoy es un hervidero social, la masa roja delirante está tratando de convertir a ese país en otra Cuba, no le bastan los resultados históricos de la política actuante y como rabiosos corderos arremeten en contra de la base social que los puede llevar a vivir en armonía, regalan su soberanía y botan a la basura sus reservas naturales en pos de un delirio, de una locura, de su propia destrucción. La rebelión de las masas latinoamericana está dando unos resultados completamente opuestos a la rebelión europea, y se está expandiendo como pólvora por todo el continente, inclusive en el hemisferio norte, es un hecho histórico ya que las masas latinoamericanas no solo pueden hacer daño al cono sur sino, a todo el continente. Muchas gracias.

Aclaración *Cuando Ortega habla de minorías, se refiere a aquel que se exige más que los demás, aunque no logre cumplir en su persona esas exigencias superiores. Por tanto, la división de la sociedad en masas y minorías excelentes no es una división en clases sociales, sino en clases de hombres