sábado, 6 de junio de 2009

El becerro envenenado



Es muy fácil para el régimen de la Habana infiltrar en cualquier esfera del gobierno americano espías. Es prácticamente juego de niños. A territorio continental americano entra cualquier cubano, incluso el mismísimo Fidel Castro y al año y un día obtiene la residencia legal estadounidense y por consiguiente puede llevar una vida americana como cualquier ciudadano. De esa manera los castristas andan por las calles de Estados Unidos como cualquier perro sabueso se orina en el más rojo brillante de los hidrantes. Sin embargo, los cuerpos de seguridad americanos son tan lentos que cuando encuentran una fisura en sus libertades migratorias ya es demasiado tarde. Un amigo mío suele decir “Las autoridades americanas dejan que te tragues el anzuelo hasta que lo defecas, luego halan y te enganchan por el trasero” Y es verdad, ya para cuando estas atrapado no hay escapatoria posible, pero para entonces ya el daño está hecho y no tiene remedio.

¿Qué ganan los americanos con atrapar a ese par de viejos espías y exhibirlos como una ofrenda floral política si ya el daño que iban a hacer ese par de ancianos lo hicieron? ahora aunque los condenen a cien cadenas perpetuas no pagan. El gobierno americano juega con su suerte, ni siquiera se imagina, o no quiere imaginarse del peligro que representa la infiltración castrista en el territorio continental americano. Aquí Castro tiene sembrada la cimiente de la destrucción y no es que lo diga un simple escribano como yo, lo dijo el propio Fidel “Somos un becerro envenenado” ¿Qué significa eso? Desde que Fidel Castro instó a los soviéticos lanzar el primer golpe nuclear contra Estados Unidos este país debió comprender, sin mucho análisis, que tiene un enemigo demasiado peligroso a noventa millas de distancia que no puede subestimar. Castro instó a los rusos cometer tal atrocidad sin importarle en lo más mínimo la suerte del pueblo cubano; deben saber que ese tipo está totalmente loco y como tal es capaz de brindar la vida gustosamente de todo el pueblo de Cuba solo para dañar con el pétalo de una flor la sociedad americana. A nadie debe extrañar que este país este infiltrado completamente de agentes dormidos castristas dispuestos a activarse en cuanto la orden este disponible y hacer tanto daño como sea necesario.

El par de espías que descubrieron en estos días, el matrimonio de los Señores Walter Kendall Myers, de 72 años, conocido como "Agente 202", y su esposa, Gwendolyn Steingraber Myers, de 71, conocida como "Agente 123" y "Agente E-634", no son más que una simplicidad comparada con la inmensa cantidad de infiltrados cubanos que entran diariamente a territorio americano. En mi novela “Plaga roja” hago una historia sobre un espía que el gobierno cubano activa y que se niega a cumplir las órdenes cubanas y en consecuencia se desenreda una madeja de infiltrados en territorio continental americano que ponen en peligro la estabilidad de Estados Unidos. La novela es de ficción, sin embargo, en ella se ponen de manifiesto aspectos muy lógicos que pueden pertenecer a una realidad tan peligrosa que pudiera muy bien el gobierno cubano cumplir la promesa que hizo Fidel a los estudiantes de la Universidad de Teherán en su viaje a Irán cuando dijo: “Entre el pueblo Iraní y el pueblo cubano pondremos de rodillas al imperialismo Yanqui”

Ahora, cabe preguntarse ¿cómo es posible que estas gentes que estuvieron actuando de espías en el Departamento de Estado americano desde 1979 no hayan sido descubiertas hasta treinta años después y justo ahora que el flamante gobierno de Obama trata de tirarle la toalla política a la dictadura de los hermanos Castro? Para ser honesto, ¡yo no me trago esa guayaba! Hay demasiados infiltrados castristas en este pueblo para venir a desactivar y/o a atrapar a un par de viejos que no servían para nada y además retirados. No quiero afirmar que los servicios de inteligencia de este país son una partida de idiotas que se dejan manipular por el DSE cubano no, lo que quiero decir que me suena muy sospechoso que ahora que casi Obama le da las nalgas al castrismo se aparezcan las fuerzas de inteligencia americana con un nuevo obstáculo, mejor dicho, un nuevo espía. Esos espías los echó pa’lante el gobierno cubano ¿Para que? Simplemente para cortarle las alas a Obama, por lo mismo que no quiere pertenecer a la OEA, ¿Y todo esto por qué? Nada porque así tiene que ser. Al gobierno senil de Cuba no le conviene ahora en sus últimos aldabonazos hacer muchos acercamientos con instituciones de corte democráticos porque el tiempo se les está acabando y como único se mantienen en el poder por un tiempo más, hasta que se agoten sus días es justamente manteniendo el estatus quo. No necesitan, cables de Internet, ni satélites, ni OEA, ni levantamientos de sanciones ni nada que lacere por un segundo el estatus que les ha ayudado a mantener férreamente las riendas del poder por cincuenta años; si en ese tiempo han logrado sobrevivir de ese modo ¿por qué ahora han de cambiar tan cerca del ocaso natural de esa revolución? Mientras más acercamientos se pretendan hacer con el régimen senil de La Habana, más obstáculos aparecerán, y cuando la caldera esté a punto de estallar el éxodo es la solución. Muchas gracias.

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