En la tristeza del arte

La ayuda extranjera y las remesas de exiliados o emigrantes cubanos es vital para la sobre vivencia de la población cubana; después del mal llamado “periodo especial” donde el esfuerzo laboral de la sociedad cubana pasó a ser un leve recuerdo del pasado, la moneda del supuesto enemigo es el único motor impulsor de la vida en Cuba.

Todos los cubanos dependen de una u otra forma de las remesas extranjeras, nadie vive actualmente en Cuba con el salario guberna-mental. Las empresas de servicio en moneda convertible son las únicas con la capacidad de generar alguna ganancia y por consiguiente las únicas que tienen la forma de mantener un abastecimiento relativamente aceptable donde la población puede abastecerse de lo necesario para vivir, todo lo demás es pura pantalla, pura imagen, puro colirio. Es ahora que los salarios en Cuba aumentaron de unos 250 pesos como promedio al mes, a unos 450, aun así nadie puede vivir allá del salario guberna-mental, no sirve ni siquiera para la canasta básica subsidiada por el estado, simplemente porque esa canasta es una realidad solo desde la pantalla de un televisor.

El Obispo de Guantánamo Wilfredo Pino pidió en una plegaria que los cubanos no lo esperen todo "de afuera'' (del extranjero) y se habitúen al "dinero fácil'' de las donaciones y remesas familiares, "sin sudar la camisa''. Pero al Obispo se le olvidan dos cosas fundamentales, la primera es la apatía que siente la sociedad cubana a la esclavitud castrista, el gobierno pretende explotar al cubano pagándole con una moneda sin valor y los cubanos responden no dándole valor al trabajo que genera esa moneda. La segunda es muy sencilla, para qué trabajar al estado por 18 dólares al mes si en un solo día paqueando autos a los turistas se pueden ganar hasta dos veces esa cantidad. La remesa y la ayuda solidaria internacional son vitales para la sociedad cubana por cuanto teniendo o no familias en extranjero el dinero toca a todos por carambola.

Los cubanos tienen empleo en Cuba pero solo para aparentar que trabajan, ninguna empresa cubana donde no haya “buscas” puede dar al cubano la seguridad de vida que necesita, luego entonces si no se puede * resolver, tampoco se puede trabajar. La mayoría de las empresas cubanas distribuyen algo que le da las “buscas” a los empleados, con esas “buscas” se construye lo que en Cuba se denomina “red subterránea de sobrevivencia nacional” por sus siglas RSSN o lo que es lo mismo (bolsa negra), si no fuera por esa capacidad que tiene la sociedad cubana de vivir al margen del control gubernamental ya no existiera el régimen. El estado lo sabe, entiende que esa capacidad del pueblo cubano es la que le ha permitido a duras penas mantener la sociedad viva. Al estado no le interesa reparar viviendas, estructuras, carreteras, ornatos públicos ni nada que no sea echar leña al fuego de la sobrevivencia nacional, mientras los cubanos gasten sus energías en pensar que vana comer mañana el alimento de la revolución está garantizado. Por eso me sorprende que el Obispo de Guantánamo no se haya detenido a estudiar por unos minutos este aspecto de la sociedad cubana y se haya solamente limitado a decir que los cubanos son unos vagos que esperan el alimento del cielo sin hacer esfuerzo alguno para obtenerlo.

Para mí la sociedad cubana no solo tiene la capacidad de sobrevivir y adaptarse como un artrópodo a los cambios sociales sino, que tiene la capacidad de retroalimentarse sin producir absolutamente nada. Pocos pueblos del mundo tienen esa capacidad y lo digo con orgullo, y aunque esa capacidad también retroalimenta nuestro calvario no es menos cierto que países en las mismas circunstancias han padecido la muerte de millones de sus habitantes por no tener la capacidad de sobrevivencia de los cubanos.

El Obispo de Guantánamo solo debe hacerse una pregunta antes de rezar por cosas que aparentemente no entiende ¿Cómo una sociedad puede vivir cincuenta años bailando, riendo y cantando, con una bota aplastando sus entrañas? Porque Cuba, aparte de genial, tiene arte en su tristeza. Muchas gracias.


* Según la real academia de la lengua cubana “Resolver” plural de, trueque, robar al estado, vender, comprar, retroalimentarse.