Todos al protestódromo

Todo el paquete informativo de esta semana está lleno de opiniones, especulaciones, de buenos y esperan-zadores augurios sobre la nueva disposición de la Casa Blanca con respecto a la cancelación unilateral de las restricciones de viajes y envíos de remesas a Cuba, pero nadie se ha detenido un segundo en analizar siquiera superficialmente la próxima reacción del régimen de la Habana. Yo me atrevo a adelantar que la respuesta de Raúl Castro no será otra que acusar a la administración de Obama de inmiscuirse en los asuntos internos de Cuba. La resolución americana va mucho más allá de que con un simple plumazo se derogue una ley promulgada por el anterior inquilino de la Casa blanca. Recordemos que antes de la resolución del 2004 los viajes a Cuba eran cada un año y también habían restricciones sobre la s remesas, ahora todo eso cambia radicalmente, las visitas son ilimitadas y los envíos de dineros también, pero no solo eso, ahora se ha autorizado a las compañías de comunicación y entretenimiento que hagan lo que fuere para quitarle la justificación a la Habana sobre el embargo de comunicaciones. Se ha autorizado hasta instalar un cable con fibra óptica desde Cuba hasta Estados Unidos ¡apaga y vamos!

¿Quien en su sano juicio pude creer que la Habana va a permitirle a Direc TV, a Spring, Versión Wireles a AT&T y todas las compañías de comunicación y satélite que instalen parabólicas y torres de repetición en Cuba? ¡Eso a nadie le pasa por la cabeza! Todos los que hasta ahora están alabando la posición de Obama y argumentando que analíticamente la nueva postura americana es un avance en la relaciones y un paso positivo de la nueva administración van a meterse la lengua entre las piernas cuando dentro de poco salga un comunicado desde el palacio de la revolución diciendo que las nuevas medidas son una agresión más del Departamento de Estado americano; una agresión solapada, hipócrita y cínica del Imperialismo yanqui con el propósito de debilitar la moral del pueblo combatiente bla,bla,bla. Me parece estar viendo al flamante nuevo ministro de relaciones exteriores cubano dando un discurso en la próxima cumbre acusando al imperialismo de intervencionista, de agresor y de cuanto epíteto izquierdista haya.

Hasta ayer el régimen de la Habana no había dicho absolutamente nada de la decisión de Obama. La televisión cubana hizo este lunes mutis al respecto. Las gentes en Cuba se enteraron por “radio bemba” y ciertamente la gran mayoría esta eufórica, contenta, sin embargo, cuando el régimen de los hermanos Castro salga con la mala respuesta, con toda seguridad nadie va a protestar, el miedo los embargará y habrá muchos que hasta le darán la razón, quizás hasta se convoquen marchas del pueblo combatiente para rechazar la nueva agresión americana. La posición de Estados Unidos es ciertamente una amenaza a la estabilidad al régimen de los hermanos Castro. Si las cosas se hubieran quedado como cuando otrora las gentes podían viajar una vez al año y nada más, entonces al régimen le convenía, pero con acceso al satélite, a la fibra óptica y la Internet ilimitada, eso no lo soporta Castro. A partir de ahora se vuelven a izar las banderas negras en el protestódromo antiimperialista, los artistas volverán a alzar sus cantos y voces de protesta y el pueblo combatiente rechazará la nueva agresión imperialista, de eso no me queda la menor duda. Muchas gracias.